El Gobierno anuncia las cuentas del 2025 en plena discordia por el cupo catalán

Cristina Cándido MADRID / COLPISA

ESPAÑA

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el pasado día 31 en la localidad gaditana de Rota
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el pasado día 31 en la localidad gaditana de Rota Rocío Ruz / EUROPA PRESS

Descarga en sus socios el deber de apoyarlas, pero no descarta otra prórroga

28 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin marcarse un calendario concreto y a pesar de no tener amarrados los apoyos necesarios para sacarlos adelante, el Gobierno se comprometió ayer a llevar en las próximas semanas al Congreso un proyecto de presupuestos para el 2025. Registrarlo en «tiempo y forma», como subraya la Moncloa, supondría hacerlo, como máximo, el 30 de septiembre, para que las primeras cuentas de la legislatura pudieran entrar en vigor el 1 de enero. De puertas para fuera, el Ejecutivo ha logrado abstraerse de las advertencias que tanto desde Junts como en ERC han dejado caer sobre su hipotético rechazo a las iniciativas parlamentarias del PSOE y confían en ser capaces de «presentar unos nuevos presupuestos acordes con la coyuntura económica». Pero, a partir de ahí, «entra también la responsabilidad de los distintos grupos», subrayó su portavoz Pilar Alegría en un mensaje velado a los socios parlamentarios de Pedro Sánchez. Y, en especial, a los posconvergentes. Junts se alineó ayer con Vox y el PP para solicitar la comparecencia del presidente del Gobierno y de María Jesús Montero en la Cámara Baja, un preludio de lo que se puede esperar del partido de Carles Puigdemont. 

Mano tendida a los grupos

Alegría, en la rueda de prensa posterior al primer Consejo de Ministros del nuevo curso político, aseguró que el Ejecutivo tiene la «mano tendida» al resto de partidos. Pero no precisó en qué punto están las negociaciones ni si los socialistas y Sumar ya han alcanzado un acuerdo al respecto.

El pacto fiscal en Cataluña amenaza con condicionarlo todo. Conscientes de que la precariedad parlamentaria de Sánchez no facilitará su tramitación y que los congresos que celebrarán en otoño Junts y ERC no contribuirán a despejar este escenario, fuentes de la cúpula del Gobierno ya ponen el parche antes que la herida. «Afrontar períodos congresuales cuando estás fuera del Gobierno tiene sus dificultades», reconocen en privado, y sostienen que no sería un «drama» prorrogar los presupuestos actuales —los del 2023—. «Son nuestros», recuerdan, y son «muy expansivos».

Junts ya tumbó en julio los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública para el conjunto de las Administraciones —la primera piedra para las cuentas públicas— y tras quedarse fuera de la Generalitat anunciaron que redoblarán sus exigencias en el Congreso. Y Esquerra ya advirtió la semana pasada de que todo su apoyo está supeditado al cumplimiento del pacto firmado con el PSC.

El próximo paso que deberá dar el Gobierno es aprobar de nuevo los objetivos de estabilidad —los límites de déficit y deuda en los que pueden incurrir Ejecutivo, comunidades y ayuntamientos— tras el revés de julio. Pero más allá de este primer asalto, los cónclaves de Junts y ERC en octubre y noviembre pueden cruzarse en el calendario de los presupuestos, añadiendo más incertidumbre a las negociaciones y elevando el precio de su apoyo. Que Cataluña pase a tener un régimen de financiación distinto al del resto de territorios pasa por modificar la Ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas (Lofca) en las Cortes. Y para ello el Gobierno no tiene una mayoría garantizada en el Congreso. Ni siquiera la de todos sus aliados, por lo que fuentes gubernamentales reconocen que «la posibilidad de reformar si no está el PP va a ser complicada». 

Sin explicaciones

En sintonía con la ambigüedad que se instaló en el Gobierno la semana pasada para arropar a la ministra de Hacienda, ni el Ejecutivo ni el PSOE aclaran cuándo explicarán los detalles del acuerdo que propició la investidura de Salvador Illa en Cataluña, en el que se reconocen una financiación singular. También evitan calificarlo de concierto económico o cupo. Lo hizo el portavoz parlamentario, Patxi López, y Alegría, que volvió a remitir a lo que está suscrito en el acuerdo. «Financiación singular y solidaridad territorial, estos son los términos que se recogen», señaló. Y redundó en la tesis de que ya hay comunidades autónomas, como Baleares, que también reciben financiación por su singularidad.

Sánchez y sus ministros esquivan sus comparecencias en el Congreso en el inicio del curso, pese al desmarque de Junts 

j. arias

El Partido Popular fracasó ayer en su intento de forzar las comparecencias de Pedro Sánchez y varios de sus ministros en el Congreso. Los de Alberto Núñez Feijoo pretendían comenzar el curso político cercando al Ejecutivo y obligándole a dar explicaciones en sede parlamentaria por la huida del expresidente Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto, la financiación para Cataluña pactada con ERC, la situación en Venezuela tras el posible fraude electoral de Nicolás Maduro y la situación de la migración.

Pero los populares solo cosecharon en la sesión celebrada en la Diputación Permanente, el órgano que sustituye al Pleno cuando no hay período de sesiones, el respaldo de Vox y el de Junts, este último solo para algunos puntos, lo que resultó insuficiente.

De las diez peticiones que el PP registró, los de Abascal y los populares votaron juntos en todas. El partido de Puigdemont, desmarcándose de la mayoría de la investidura, apoyó hasta cuatro de las solicitudes: las de Sánchez para explicar la política migratoria y la fuga del expresidente catalán; la de María Jesús Montero, sobre la financiación autonómica; y la de Óscar Puente ante «el caos ferroviario».

Podemos, otro de los socios parlamentarios que sostienen al Ejecutivo, también quiso mandar un mensaje a Sánchez al abstenerse en dos de las votaciones.

Aunque el Gobierno ha salido airoso, ha recibido el aviso de que más pronto que tarde tendrá que dar explicaciones sobre el concierto fiscal para Cataluña. La petición del PP no ha prosperado por un solo voto (35-34). Pero PP, Vox y Junts sí tienen una mayoría de votos en el Pleno. 

«Le importa una higa»

También fueron rechazadas las solicitudes para que Sánchez abordase el fraude electoral en Venezuela. Igual desenlace que las peticiones para el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, sobre la crisis venezolana y la titular de Igualdad, Ana Redondo, por los «errores» en la Ley Trans y en la Ley de Paridad.

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, afirmó que al PP «le importa una higa» la situación de Venezuela y que solo quiere utilizar esta cuestión para «fisurar el bloque de gobierno». Esteban replicó así en redes sociales al portavoz parlamentario del Partido Popular, Miguel Tellado, quien había reprochado a los peneuvistas que no apoyasen la petición para que Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, explicasen la postura de España ante lo sucedido en Venezuela.