Puigdemont no despeja qué votará Junts en el techo de gasto y somete a Sánchez a un martirio
ESPAÑA
El expresidente envía un tuit, en el marco de su reunión con el PSOE en Suiza, en el que avanza que su partido se pronunciará a conveniencia y previa negociación ante cada asunto que llegue al Congreso
23 sep 2024 . Actualizado a las 16:06 h.Las excepcionales, y ahora tensas, relaciones que mantienen el PSOE y Junts miden su temperatura tras el nuevo encuentro en Suiza que celebraron en las últimas horas, confirmado por fuentes independentistas y sobre el que los socialistas eluden tan siquiera hablar sobre él resguardándose en el recurrente mensaje de que comunicarán eventuales acuerdos si los hubiera. La cita se enmarca en las reuniones en Ginebra comprometidas, con carácter mensual y mediador internacional, en el pacto para la investidura de Pedro Sánchez. Si la filtración de esta ha adquirido singular relevancia es porque se produce en puertas de la votación este jueves en el Congreso de la senda de déficit y deuda que definen las directrices de los Presupuestos del Estado, que Junts ya tumbó en julio amenazando ahora con volver a hacerlo porque el Ejecutivo no ha introducido cambio alguno en su proyecto. Una amenaza de derrota que Sánchez trata de conjurar enviando a su número tres en el partido, Santos Cerdán, de nuevo a suelo suizo, después del correctivo que Junts le infligió este martes sumando con PP y Vox para bloquear la proposición de ley gubernamental llamada a acotar los alquileres de temporada.
Puigdemont respondió entonces como suele, a través de su cuenta en la red social X, a la indignación de los partidos del Gobierno amagando con otro golpe: «Al igual que votamos que no, volveremos a votar que no» a la iniciativa que marca el techo de gasto presupuestario», pero con un anzuelo también repetido en ocasiones precedentes: «Si la cambian, hablemos».
Enrocado en la indigestión que le atribuyen los socialistas de la investidura de Salvador Illa y en medio del blindaje sobre lo que se maneja en Suiza, el expresidente ha irrumpido este sábado por sorpresa otra vez en X para lanzar un críptico mensaje en el que no aclara qué terminará votando Junts este jueves, lo que parece alentar una nueva negociación sobre la bocina de resultado incierto. Y para envolver esa inconcreción intensificando su presión sobre Sánchez y marcando, al tiempo, distancias con el PP junto al que ha votado esta semana en el Congreso sobre los alquileres y en el Senado para reconocer al opositor Edmundo González como presidente electo de Venezuela.
Inversiones e inmigración
Junts viene exigiendo, como reivindicaciones puntuales, una ejecución plena de las inversiones para Cataluña, la financiación singular que no cree garantizada con el pacto del Gobierno con ERC y que Moncloa ejecute lo pactado en enero, a fin de evitar otro trastazo al Ejecutivo, para la transferencia integral de la gestión migratoria. Si los socialistas cumplen, no habrá derrotas, condicionan pleno a pleno en el Congreso los posconvergentes. En su mensaje de este mediodía, que ha justificado ante las informaciones que constatan la disposición del PP a explorar acuerdos con Junts y el PNV para erosionar al Gobierno, Puigdemont enfatiza que el decisivo voto de sus siete diputados sobre el techo de gasto «no se decidirá con el objetivo de estabilizar o desgastar, sino en función de lo que existe en la mesa de negociación para este caso concreto».
Una forma de dejar abierta la puerta a un acuerdo hasta el último minuto, pero también de avanzar, por si no estaba claro, el martirio al que el líder de Junts tiene previsto someter a Sánchez jugando parlamentariamente partido a partido y a conveniencia. «Cada cosa tiene su negociación y objetivos. Y es necesario negociar pieza a pieza», recalca Puigdemont, antes de rematar: «Ponernos de acuerdo en una cuestión no prejuzga que en la siguiente cuestión ya estaremos de acuerdo. Y al revés: que en una no hayamos puesto de acuerdo no presupone que en la siguiente tampoco nos pondremos».
El expresidente incide en lo que, a su juicio, «ni unos ni otros» (el Gobierno y el PP) «acaban de entender»: que «la vocación política» de los junteros no pasa por «dar estabilidad ni desgastar a nadie» o participar de los «bloques ideológicos y las rivalidades políticas domésticas» en los que otros ya están y algunos quieren meterlos, sino por «defender Cataluña y los intereses de los catalanes». «Quien nos ayude tendrá nuestro apoyo, sea para gobernar, sea para hacer oposición; quien haga lo contrario o quien nos engañe (o maree la perdiz), que no cuente», zanja Puigdemont en un triple aviso al presidente del Gobierno, a Alberto Núñez Feijoo y, por extensión, al resto de socios de investidura.
La crítica del PP y la del Ejecutivo
El nuevo viaje de Cerdán a Ginebra ha suscitado hoy también la airada reacción del PP, 24 horas después de que sus dos primeros barones autonómicos, el andaluz Juanma Moreno y el gallego Alfonso Rueda, se reunieran en la Moncloa con Sánchez con el polémico pacto sobre el concierto fiscal catalán en el epicentro. «Es increíble que el Gobierno negocie los Presupuestos en Suiza y se niegue a hablar de financiación en una Conferencia de Presidentes» sin convocar, ha clamado la vicesecretaria de Educación y Sanidad de los populares, Ester Muñoz. El nuevo ministro para la Transformación Digital, Óscar López, ha sorteado las preguntas sobre la cita en Suiza con Junts para volver a cargar contra el PP por oponerse a las directrices presupuestarias privando a las administraciones que también gobiernan los de Feijoo de 12.000 millones de euros. El partido líder de la oposición insiste en replicar al Ejecutivo que le busque cuando sus socios soberanistas le fallen.
El PP ultima su ofensiva legislativa para visualizar que son una alternativa
El PP, consciente de la debilidad del Gobierno, desplegará en las próximas semanas una batería de iniciativas sociales y económicas en las que los populares buscarán encontrar el apoyo del PNV e incluso de Junts. El objetivo no es otro que intentar desarmar el bloque de la investidura y que se visualice que el PP es una alternativa seria de gobierno.
Por lo pronto, fuentes del PP señalaron a Europa Press que este mismo mes los populares registrarán en el Senado su proposición de ley de desarrollo urbano y vivienda, en la que lleva trabajando cuatro meses tras casi cuarenta reuniones con el sector y distintas administraciones públicas. También este mes de septiembre llevarán al Congreso una ley de conciliación que incluirá la gratuidad de las escuelas infantiles, entre otras medidas.
Pese al empeño de Moncloa por trasladar reiteradamente que Pedro Sánchez «la legislatura se va a agotar», en el equipo de Feijoo subrayan que «no tiene mayoría estable» para gobernar como, a su entender, se evidenció esta semana al perder «la votación número 35» en el Congreso, cuando Junts tumbó la ley para limitar el alquiler de temporada.
De hecho, ya advierten de otro «revolcón» el próximo jueves en el Congreso, después de que la formación de Carles Puigdemont haya adelantado que su intención es votar de nuevo en contra del techo de gasto, que es la base para elaborar los Presupuestos Generales del Estado.
En Génova subrayan que los apoyos parlamentarios del Gobierno se van «resquebrajando» cada semana y los populares intentarán en este curso político visualizar al máximo esa ruptura del bloque de investidura que aupó a Pedro Sánchez al Palacio de la Moncloa. «A lo mejor PNV y Junts dejan de ser partidos progresistas en algunas votaciones. No siempre lo fueron», enfatizan las fuentes consultadas.
Los populares consideran que, aunque hay un Gobierno que «no gobierna» y se «limita a resistir», el país no puede estar «paralizado», pese a que Sánchez haya admitido que está dispuesto a gobernar «con o sin el poder legislativo». Por eso, el PP avanza que va a dedicarse a «desbloquear» la política en España y representar «para los españoles no solo el antisanchismo» sino «ser la opción de aquellos que están hartos de esta forma de hacer política de Pedro Sánchez» y «buscan una España mejor», en palabras del portavoz del partido, Borja Sémper.
Además de las iniciativas legislativas previstas, los populares volverán a pedir al Gobierno que deflacte el IRPF para compensar los efectos de la inflación, como ya aprobó el Congreso, y buscarán poner a los socialistas frente al espejo después de que el pacto del Partido Socialista y ERC incluya una rebaja del IRPF para rentas menores de 35.000 euros. Los populares pondrán también el acento en este nuevo período de sesiones en la inseguridad ciudadana y, con ese objetivo, exigirán al Gobierno que desbloquee su iniciativa contra los delincuentes reincidentes.