El Gobierno coló por la puerta de atrás una reforma para acelerar la excarcelación de 44 etarras y ni PP ni Vox se percataron

M. Saiz-Pardo / J. Arias MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, y los portavoces parlamentarios de Bildu en el Congreso y el Senado, Mertxe Aizpurúa y Gorka Elejabarrieta
Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, y los portavoces parlamentarios de Bildu en el Congreso y el Senado, Mertxe Aizpurúa y Gorka Elejabarrieta J.P.GANDUL | EFE

Los populares frenan el debate este martes del proyecto de ley en el Senado e intentan vetar «esta indecencia» tras haber avalado por despiste su aprobación por el Congreso

08 oct 2024 . Actualizado a las 10:37 h.

En apariencia, la tramitación de la reforma de la ley 7/2014, sobre el intercambio de información de antecedentes penales y consideración de resoluciones penales en la Unión Europea para adaptar la normativa española a la comunitaria, suponía un trámite de carril en las Cortes. Y hace dos años y medio, cuando se publicaron las primeras informaciones sobre la posibilidad de que se abriera un resquicio para beneficiar a los presos de ETA, el Gobierno negó que esta fuera ser su intención última. Pero, finalmente, una maniobra del Ejecutivo colando de rondón el cambio y sin anticipar sus consecuencias a la opinión pública, sumado a un despiste del PP y Vox, ha hecho que la reforma pasara todos los filtros del Congreso llegando a ser aprobada por la Cámara por unanimidad de sus diputados.

El proyecto de ley, que aligerará, si prospera, el cumplimiento de las condenas de 44 dirigentes y activistas históricos de la organización terrorista, siete de los cuales podrían quedar excarcelados en breve, iba a debatirse esta martes por la tarde en el Senado. Pero los de Alberto Núñez Feijoo, que dicen no tener explicación para el error cometido, activarán su mayoría absoluta en la Cámara alta para, de entrada, suspender esta martes en la Mesa la discusión en el pleno. Y tras anunciar que se movilizarán con todos sus recursos parlamentarios y jurídicos para cerrar el paso a la reforma, endosaron al Gobierno la carga de la prueba de finiquitar «esta indecencia».

Feijoo habló con la presidenta de la AVT , Maite Araluce, para pedirle disculpas. Antes, la asociación de víctimas mayoritaria había exhibido su desazón de forma elocuente: «¿No hay nadie al volante en este país?» El ardid, adelantado por El Confidencial y confirmado por este periódico con la documentación del Congreso, representa una victoria para la vieja reivindicación de la izquierda aberzale, este martes firme sostén del Ejecutivo de Pedro Sánchez; «la madre de todas las batallas», según describió Arnaldo Otegi en un audio difundido también por este medio en 2021.

Un ardid que se consumó durante la tramitación del proyecto de ley en la ponencia correspondiente de la Comisión de Justicia. Ahí, el Gobierno, vía enmienda de Sumar, introdujo dos reformas para suprimir la normativa que impedía a los etarras descontarse las penas que ya han cumplido en Francia. Y posteriormente el Parlamento, en pleno y de manera unánime, dio su visto bueno a estos cambios, sobre los que votará ahora el Senado, sin que nadie hiciera la más mínima mención a los reclusos de la banda terrorista. Bildu y los abogados de los etarras llevaban desde el 2015 demandando la derogación de ese veto incluido in extremis un año antes por el Gobierno de Mariano Rajoy para frenar que los presos se rebajaran las condenas cumplidas en territorio galo. El informe de la ponencia que la Comisión de Justicia remitió el 12 de se septiembre al pleno del Congreso introdujo, sin previo aviso, dos cambios fundamentales que no figuraban detallados tampoco en la exposición de motivos. El primero fue la inclusión de una denominada modificación «doce bis (nuevo)» en la que literalmente se «suprime la disposición adicional única» del texto de 2014.

La maniobra de Rajoy

Es decir, la que el PP de Rajoy introdujo a última hora en el Senado para impedir que los condenados antes de agosto del 2010 pudieran beneficiarse del nuevo cómputo de penas más favorable para ellos. Esta modificación sobre la bocina de los populares, que hace una década tampoco se percataron de la ventaja que significaba para los etarras el paraguas de la normativa europea, recibió el espaldarazo en 2018 del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) cegando, hasta ahora, la posibilidad de esos descuentos de penas.

La segunda reforma de tapadillo este septiembre fue la inclusión de un precepto «once bis (nuevo)» que «modifica el artículo 14» en su primer epígrafe, lo que garantiza que «las condenas anteriores firmes dictadas en otros Estados miembros contra la misma persona por distintos hechos surtirán, con motivo de un nuevo proceso penal, los mismos efectos jurídicos que las condenas anteriores firmes dictadas en España». Y aun más, esta «equivalencia de efectos jurídicos» se aplicará «en la fase previa al proceso penal, durante el propio proceso y con ocasión de la ejecución de la condena impuesta».

Ambas modificaciones, entre otras sin relación alguna con la violencia de ETA, fueron refrendadas por la Comisión de Justicia por 34 votos a favor y tres abstenciones de Vox, que lo hizo no por disconformidad con lo que se avecinaba, sino contra el «autoritarismo» del Ejecutivo. El texto definitivo llegó al pleno el 18 de septiembre y acabó cosechando una casi insólita unanimidad de 346 votos a favor sin ninguno en contra.

En febrero del 2022, el Gobierno negó que fuera a atenuar la condena de los presos de ETA a través de la modificación de la ley orgánica 7/2014. «No hay voluntad ni intención alguna», señaló entonces el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien apuntó que la reforma afectaba tan solo a la «interoperabilidad de bases de datos entre países europeos», sin que tuviera por tanto efectos sobre posibles rebajas para los presos de ETA que habían estado encarcelados en Francia y siguen ahora en prisión en España.