La agencia espacial estadounidense dedica a las inundaciones por la dana en la Comunidad Valencia su imagen del día. Ha compartido el antes y el después en la zona afectada al sur de la capital con tan solo cinco días de diferencia
01 nov 2024 . Actualizado a las 22:07 h.Con una cifra de muertos que rebasa los dos centenares de personas y que previsiblemente aumente en las próximas horas dado el elevado número de gente que aún permanece desaparecida, la gota fría que asoló la Comunidad Valenciana la tarde-noche del pasado martes es una de las peores catástrofes registradas en la historia de España. Al mismo tiempo se están revelando valientes actos de supervivencia, como el de las trabajadoras de una residencia en Sedaví, localidad ubicada al sur de la capital, donde las empleadas consiguieron salvar la vida de 124 ancianos subiéndolos a pulso a pisos superiores. A estas heroínas se suma este viernes la solidaridad: una marea humana de voluntarios se está desplazando a ayudar a aquellos que lo han perdido todo por la virulenta riada. Sin duda una de las mejores formas de apreciar la tragedia es mediante imágenes. El trabajo de fotógrafos y cámaras en el área afectada está siendo constante para hacer llegar a los medios de comunicación el mejor testimonio posible de la violenta y súbita crecida del nivel del agua provocada por la peor gota fría del siglo en la zona. Pero es tomando perspectiva a cierta altura, cuando más se notan los efectos. Si este jueves la Agencia Espacial Europea (ESA) facilitaba imágenes satelitales de su sistema de observación Copernicus, este viernes es su homóloga estadounidense, la NASA, la que ha querido aproximarse a la tragedia desde el aire. Ha dedicado este uno de noviembre su «imagen del día» a las lluvias torrenciales.
En su web, ha subido dos imágenes que abarcan el mismo área con cinco días de diferencia, los que van del 25 al 30 de octubre. En la fotografía más antigua son perfectamente visibles construcciones y verdes campos. En la más reciente, localidades ubicadas al sur de la capital de la Comunidad Valenciana aparecen parcialmente sumergidas. Los terrenos se tiñen por completo del color marrón del barro a ambos márgenes de la Rambla del Poyo y en el entorno del Parque Natural de la Albufera.