Un agónico rescate con sábanas, donaciones en directo o agricultores al rescate: pequeñas grandes historias de solidaridad en medio de la tragedia
ESPAÑA
![Captura del vídeo que circula por redes sociales del rescate de un hombre que iba a ser arrastrado por la corriente en Albal.](https://img.lavdg.com/sc/wkBaNGRNMguJccXGoV-y1ZwCZOA=/480x/2024/11/03/00121730639596778970884/Foto/subida.jpg)
«Solo el pueblo salva al pueblo», es la frase que repetida como un mantra ejemplifica estos días la actuación ante un Estado fallido. Agricultores que dejan sus tractores, autónomos jubilados que donan su maquinaria o rescates in extremis con una sábana por el balcón. Ellos, los vecinos, son los héroes de la reconstrucción
03 nov 2024 . Actualizado a las 16:00 h.A pesar de las más de 200 personas fallecidas, de una alarma que el martes se recibió cuando el agua ya estaba en muchas localidades anegando las casas o de un despliegue de efectivos que tardó hasta cuatro días en llegar a pueblos enteros, como Alfafar, donde este sábado un grupo de bomberos franceses se sorprendían al ser los primeros miembros de un equipo de emergencias en ayudar, sigue habiendo esperanza. Una esperanza cultivada principalmente por los vecinos y por la solidaridad.
Son mútiples las imágenes y los vídeos de rescates en medio de la riada, pero quizás algunos de los más emocionantes son en los que se ve cómo en la capital comercal de L'Horta Sud, Catarroja y en Albal, en medio del caos y de unas calles convertidas en torrentes, una sábana supuso la frontera entre estar vivo o muerto.
En la calle San Carlos de esta última localidad, como se puede apreciar en el vídeo sobre estas líneas, un hombre se salvó de ser arrastrado por la corriente. Se aferró a la vida, en forma de ropa de cama y desde el balcón de un primero sus vecinos tiraron de él para fundirse todos en un abrazo y celebrar seguir vivos.
Si una costurera de Paiporta pierde el negocio, una que se jubila en Murcia le dona su taller
El despliegue de medios de comunicación en la zona está dando para muchas historias. En ocasiones, cuando alguien ofrece su testimonio es para relatar que su casa es una ruina o que el sitio donde trabajaba ha quedado reducido a escombros y peligra por tanto su capacidad económica. En Paiporta es el caso de Amparo, quien al programa La Hora de La1 le contó cómo había perdido su sustento, su taller de costura. Estaba desolada por no poder trabajar. Sin embargo su mensaje llegó a Murcia y allí una costurera que se acababa de jubilar decidía donarle toda la maquinaria para que pudiese volver a poner en marcha su negocio.
Pierde su casa en Alfafar y le ofrecen una en Ribarroja
Este domingo, hace apenas unas horas, la periodista y criminóloga Cristina Pampín captaba en Alfafar para el Canal 24 horas la trágica historia de una familia. Noel, el padre, detallaba cómo su casa había quedado inservible y describía el miedo que tenían su hija pequeña y su mujer, embarazada de otro bebé en camino.
Se habían mudado con lo puesto a Albal, el pueblo de sus suegros, cuya casa, aunque dañada, era habitable. Noel rompía a llorar por la desesperada situación en la que se encontraba en el medio del lodo y la suciedad. «Esto es desolador, le hemos dicho a la niña que nos íbamos de acampada a ver a los abuelos», narraba en directo. Poco después de este relato, una vecina de Ribarroja, Mónica, ofrecía a esta familia una casa en esa localidad para que puedan cobijarse.
A falta de maquinaria pesada, los agricultores ponen a trabajar los tractores
El deseo unánime de los alcaldes de las localidades más afectadas es completar la limpieza y desescombro de las calles en el menor tiempo posible. Claro está que la prioridad se sigue centrando en encontrar supervivientes, pero también es importante evitar infecciones y un riesgo sanitario que crece por momentos por la situación insalubre en la que aún se encuentran muchas zonas. Como la llegada de 7.000 militares y 10.000 efectivos de la Policía Nacional y Guardia Civil no se producía hasta pasados varios días de las inundaciones, los vecinos con escobas, cubos y palas fueron los que en un primer momento se enfrentaron a un lodo que lo invade todo. Como tampoco la maquinaria pesada se había desplegado, el complemento perfecto en las tareas de reconstrucción eran los tractores, que agricultores de municipios próximos a los lugares más afectados por la riada pusieron a funcionar de forma solidaria.
Los mensajes de agradecimiento hacia los voluntarios que han suplido la falta de ayuda de las administraciones en muchos momentos durante los últimos días crecen a través de las redes sociales. Este domingo, lamentablemente, y ante la previsión de lluvias con alerta amarilla vigente en 12 localidades de la comarca, no se permite acudir a echar una mano, ni siquiera a pie.