Puigdemont cesa a Comín tras las irregularidades contables detectadas en el consejo de la república

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Antoni Comín y Carles Puigdemont.
Antoni Comín y Carles Puigdemont. David Borrat | EFE

El presidente de Junts se aparta del organismo que el mismo creo cuando huyó de Cataluña

06 nov 2024 . Actualizado a las 16:47 h.

Carles Puigdemont ha cesado como presidente del consejo de la república y ha convocado elecciones en la entidad que creó en el 2018 para que actuara como una especie de gobierno paralelo en el exilio. Puigdemont se aparta del pseudo organismo y no repetirá tras haber sido elegido recientemente presidente de Junts. El consejo de la república celebró el pasado 4 de noviembre una reunión, de la que salió la convocatoria de elecciones para escoger una nueva dirección y el cese de todos los miembros del actual gobierno de la entidad, que queda bajo la batuta de una gestora provisional.

Entre los miembros de la ejecutiva que dejan su cargo está Toni Comín, mano derecha de Puigdemont en Waterloo y en la propia entidad. Es el dirigente de la máxima confianza del expresidente de la Generalitat y hace días que el eurodiputado de Junts está en el ojo del huracán, después de que una auditoría interna del consejo de la república detectara irregularidades contables. Comín está acusado de haber empleado en gastos personales para viajes ingresos del consejo de la república. Además, se le atribuye haber pagado una deuda con una parte de las donaciones del movimiento independentista a los agentes que fueron detenidos el pasado 8 de agosto tras ayudar a Puigdemont en su regreso y fuga de Barcelona.

El expresidente de la Generalitat tenía sobre la mesa una patata caliente, tras haber sido elegido presidente de Junts. Comín está en una situación muy complicada. Fue elegido eurodiputado en las últimas elecciones europeas, pero el Parlamento de Estrasburgo aún no le ha reconocido su acta, pues no fue a acatar la Constitución al Congreso. El europarlamentario era vicepresidente del consejo de la república y es de la máxima confianza de Puigdemont, con quien lleva siete año en Waterloo. El líder de Junts tenía que tomar una decisión, ante el aluvión de voces que pedían la cabeza de Comín por su actuación como responsable de las cuentas del consejo de la república, una entidad que nació el 8 de marzo del 2018, en un acto simultáneo entre Waterloo y el Palau de la Generalitat, y que Puigdemont quiso convertir en un Govern catalán en paralelo para presentarse como el «presidente legítimo en el exilio». Con la salida de Puigdemont y los últimos líos contables de Comín, el consejo de la república está herido de muerte.

El expresidente de la Generalitat cesó en el 2022 como presidente de Junts. El argumento que esgrimió fue que quería centrarse en su labor al frente del consejo de la república. Las elecciones generales del 2023 situaron a Junts en una posición decisiva en el Congreso y el dirigente nacionalista volvió a coger las riendas del partido. El pasado 27 de octubre fue elegido de nuevo presidente de la formación soberanista. «Una de las necesidades que el consejo debe afrontar en esta nueva etapa es la de blindar al máximo su independencia y transversalidad y la de garantizar que las decisiones no solo se toman con total libertad en relación con las estrategias partidistas sino que las formas también acompañen», según la nota difundida este miércoles por la entidad secesionista. «En la nueva etapa en la que el país ha entrado, todos debemos realizar los esfuerzos necesarios para favorecer la unidad y la movilización del conjunto del independentismo. De ahí también sale la necesidad de auditar la actividad y gestión del consejo», ha rematado.