Una riera de Cadaqués se desborda sin alerta previa y arrastra 32 coches
ESPAÑA
Según Protección Civil de la Generalitat, alertar no habría sido «lo más adecuado»
08 nov 2024 . Actualizado a las 13:26 h.Los vecinos del municipio ampurdanés de Cadaqués (Gerona) se levantaron ayer con el miedo en el cuerpo. Entre las dos y las cuatro de la madrugada, un aguacero de más de 100 litros por metro cuadrado se llevó por delante una treintena de vehículos aparcados en la riera, encastrándolos contra el puente del casino, y provocando un efecto tapón que acabó inundando el centro de la localidad.
«Teníamos el aviso genérico del Cecat (Centro de Coordinación Operativa de Cataluña), y no era alerta roja, sino naranja, como en los últimos quince días, pero la gente ha aparcado los coches y el agua se los ha llevado», explicó la alcaldesa, Pia Serinyana. Por fortuna, solo se registraron daños materiales, gracias a que a esa hora todo el mundo dormía. Los bomberos recibieron el aviso a las 3.54 horas y desplazaron dos dotaciones. Sobre esa hora, el Servicio Meteorológico de Cataluña emitió un aviso por «acumulación de lluvia» en el norte de la provincia, con chubascos que podían superar los 100 litros en 24 horas, otorgándole un grado de peligro de tres sobre seis.
La subdirectora de emergencias de Protección Civil de la Generalitat, dijo en la SER que lanzar una alerta no hubiera sido «lo más adecuado en ese momento, porque lo que convenía era trasladar esta información localmente». El episodio ocurre dos días después de que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, compareciera en el Parlamento para explicar la gestión del Gobierno autonómico sobre la dana. A pesar de que más del 10% de la población reside en zonas inundables, más de la mitad de los municipios catalanes no cuenta con un plan actualizado de emergencia ante inundaciones.
En el cabo de Creus hacía mucho tiempo que no llovía con tanta intensidad. En los últimos tres años, la zona acumulaba un déficit hídrico del 50%. En 2023, se registraron apenas 200 litros por metro cuadrado, algo más propio de climas semidesérticos como el cabo de Gata o Marruecos.