Víctor de Aldama apunta a Sánchez, y a cuatro de sus ministros y exministros

María Salgado
María Salgado REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

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El presunto conseguidor del caso Koldo declara que pagó 250.000 euros en comisiones a Ábalos; 100.000, a García; y 15.000, a Cerdán

22 nov 2024 . Actualizado a las 10:29 h.

El hombre que parece saberlo todo sobre dos presuntos casos de corrupción habló. Sin parar, durante dos horas seguidas y de forma voluntaria. Tras cuarenta días en prisión preventiva en Soto del Real —había riesgo de fuga tras su imputación por un fraude de 82 millones en el sector de hidrocarburos—, el empresario Víctor de Aldama tiró este jueves de la manta. El también investigado en el caso Koldo, como presunto conseguidor de esta trama de cobro de comisiones por la venta de mascarillas en plena pandemia, solicitó prestar declaración de conformidad ante el juez que instruye esta causa, el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, con un objetivo claro: buscar un pacto global con la Fiscalía Anticorrupción y salir de la cárcel tras «cooperar con la Justicia». Algo que logró a las nueve y media de la noche.

Su extensa confesión apuntó a una doble diana: la Moncloa y Ferraz. El supuesto corruptor aseguró que entregó 250.000 euros en mordidas a José Luis Ábalos, exministro socialista de Transportes; 100.000 euros, al exasesor de este, Koldo García; y 15.000 euros, al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán. También trató de implicar al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, a dos ministros de su gabinete actual y a otra exministra.

«El presidente quería conocerme y hablar conmigo. Es decir, yo no participo en un acto del Partido Socialista. A mí me hacen ir el señor Abalos y Koldo», declaró Aldama sobre su encuentro con Sánchez en el 2019 en el Teatro de La Latina de Madrid, donde se hicieron una foto que habría propuesto el político, según consta en el vídeo del interrogatorio, al que tuvo acceso Europa Press. «El presidente me dice, palabras textuales: ‘Gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado’, y le digo: ‘No tiene que darme las gracias’, y dura poco más la conversación». Así describe el empresario el agradecimiento del jefe del Gobierno por unas gestiones que hizo en México, como agregado comercial del estado de Oaxaca, para facilitar varios contratos de empresas españolas en este país.

Tras indicar que fue Sánchez quien asignó a Koldo García como asesor del exministro, involucró al líder socialista en la visita de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, mano derecha de Nicolás Maduro, a Madrid el 20 de enero del 2020, pese a tener prohibido entrar en el espacio Schengen. Y afirmó que todo el Ejecutivo estaba informado de este viaje: tanto Sánchez y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que creó una zona de seguridad para que la chavista pudiese bajar del avión e ir a la terminal, como Ábalos, que subió a la aeronave acompañado por él mismo, dijo. Un extremo que negó en el Senado el excomisario del aeropuerto de Barajas y actual jefe superior en Canarias, Jesús María Gómez Martín: «Yo al señor Aldama no lo vi». El presunto conseguidor, que desmintió que la venezolana llevase a bordo maletas con oro, explicó que alquiló un chalé en el barrio madrileño de El Viso, donde estaba previsto homenajear a Rodríguez con una cena, a la acudirían Sánchez, los ministros Ábalos, Marlaska, Ribera y Montero, y el socialista catalán Salvador Illa.

Torres, Montero y Maroto

Sobre las presuntas mordidas por los contratos de compra-venta de material sanitario, Aldama señaló que el entonces presidente canario y hoy ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, reclamó 50.000 euros, pero su solicitud fue rechazada. Y agregó que las comisiones de 250.000 y 100.000 euros entregadas por los tapabocas a Ábalos y García respectivamente son solo una parte del total de 650.00 y 300.000 euros que le dio a cada uno de ellos desde que los conoce. «Yo no soy el Banco de España, ya os estáis pasando», precisó que les llegó a decir.

En cuanto a los 15.000 euros que habría percibido Cerdán, según su declaración, explicó que García se los entregó en un bar enfrente de la calle Ferraz y que fue testigo de ello. Aunque no presentó pruebas de sus acusaciones, y ni el juez ni el fiscal se las pidieron, Aldama les recordó que pueden revisar las grabaciones de las cámaras de seguridad cerca de Ferraz y del Ministerio de Transportes para corroborar que no miente y que se hicieron esos pagos en efectivo.

Según su testimonio, también habría entregado 25.000 euros a Carlos Moreno, jefe de gabinete de la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para que aplazase una deuda de una de sus empresas. Una contribución que hizo a instancias de García, que le habría dado un sobre a Moreno mientras tomaba un café con él frente a la sede ministerial.

Aldama también salpicó a la que era titular de Industria en el 2021, Reyes Maroto. El declarante indicó que le encomendó a García organizar una reunión entre el director de gabinete de este ministerio y el presunto jefe de la trama de hidrocarburos que lo ha llevado a prisión, en la que se solicitó la concesión del título de operadora de productos petrolíferos al por mayor a la empresa Villafuel S. L.

No se olvidó el presunto comisionista de Begoña Gómez, y sostuvo que la mujer del presidente se reunió, al menos en una ocasión, con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para abordar el problema de la España vaciada, y que en algunos de esos encuentros también estaba presente el ex consejero delegado de Globalia Javier Hidalgo.

El momento más surrealista de su declaración se produjo cuando afirmó haber formado parte de una unidad antiterrorista de la Guardia Civil (UCE 2), y haber colaborado con la CIA y el FBI. «Tengo una medalla de la UCE 2 que está en el BOE», llegó a manifestar. La mayoría de los citados negaron las acusaciones y anunciaron querellas.

El empresario sale de la prisión de Soto del Real y advierte al jefe del Ejecutivo que tendrá «pruebas»

El empresario Víctor de Aldama, en prisión provisional desde el pasado 10 de octubre, tras ser imputado por un supuesto fraude de hidrocarburos, e investigado también como cabecilla del caso Koldo, salió a las nueve y media de la noche de ayer de la cárcel de Soto del Real, después de que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acordara su puesta en libertad atendiendo a la petición del empresario, apoyada por la Fiscalía Anticorrupción, que consideró «verídica» su declaración voluntaria de este mismo jueves ante el magistrado Ismael Moreno.

A su salida del centro penitenciario, Aldama hizo una advertencia al presidente del Gobierno: «Va a tener pruebas de todo lo que se ha dicho». Unas palabras que sonaron a amenaza y que se referían a las acusaciones que había hecho horas ante el juez contra el líder socialista, miembros y exmiembros de su Gobierno y su partido. «Me ha llamado delincuente y personaje. Este señor tiene que saber que él es mitómano y tiene alzhéimer porque, cuando le preguntaron dos veces, una en el Congreso y otra en Portugal si me conocía, no contestó», protestó.

Cautelares y protesta en Ferraz

Pedraz acordó como medidas cautelares que Aldama, que se comprometió a colaborar en todos los procedimientos que tiene abiertos, no salga del país, fije un domicilio para estar localizado y comparezca semanalmente en el juzgado.

A las ocho y media de la tarde, la policía cortó la calle Ferraz, donde unos 300 manifestantes, muchos de ultraderecha y convocados en redes sociales, gritaban: «Este Gobierno tiene que caer».