Condenados dos adolescentes a cuatro y dos años de internamiento por la violación grupal a una niña de 11 años en Badalona
ESPAÑA
Cuatro de los seis agresores eran menores de 14 años e inimputables
20 dic 2024 . Actualizado a las 16:48 h.El juzgado 2 de menores de Barcelona ha condenado a dos adolescentes menores de edad a cuatro y dos años de internamiento en un centro de régimen cerrado por los delitos de agresión sexual en grupo a una niña de 11 en un centro comercial de Badalona, en noviembre de 2022. El caso provocó una gran conmoción en la sociedad badalonesa y en la catalana.
Seis chicos menores de edad agredieron sexualmente en grupo a una niña de once años en los lavabos del centro comercial Magic de Badalona. Dos de los autores fueron detenidos y juzgados por un tribunal de menores. Tenían 16 años cuando la violaron. Los otros cuatro eran menores de 14 años cuando violaron a la niña y por tanto eran inimputables por un delito penal. La justicia no puede actuar contra ellos.
Los hechos probados que recoge sentencia son de una brutalidad extrema. Los seis chicos se cruzaron con la víctima en el centro comercial y la obligaron a entrar al baño de hombres bajo amenaza de apuñalarla con un cuchillo. La introdujeron en un urinario y la violaron por turnos y en grupo. Mientras la violaban entre dos o tres a la vez, uno de ellos grababa la escena con un móvil. La macabra escena se repitió varias veces. Pero además, cuatro días más tarde, uno de los condenados, junto con otros cuatro menores inimputables y otro chico que no ha sido identificado aún se cruzaron de nuevo con la víctima en el mismo centro comercial y la volvieron a violar en grupo, en este caso en un descampado. «Se colocaron de pie haciendo cola detrás de la víctima y prescindiendo de su consentimiento, en contra de su voluntad, sin que nada pudiera hacer ella para impedirlo, la sometieron a mantener relaciones sexuales», señala la sentencia. Igual que la primera vez, grabaron la salvajada con un móvil.
La sentencia es de conformidad por las partes, después de que los acusados se reconocieran culpables. El fallo decide suspender durante dos años la ejecución de la medida de internamiento en centro de régimen cerrado, si los condenados cumplen la libertad vigilada durante dos años con prohibición de acercarse a menos de mil metros de la víctima, su hermano o sus padres ni comunicarse a ellos por cualquier medio y con la obligación de someterse a un programa de educación sexual y educación en igualdad. Siempre y cuando no sean condenados en sentencia firme por delito cometido durante el tiempo que dure la suspensión, si han alcanzado la mayoría de edad y que asuman el compromiso de mostrar una actitud y disposición de reintegrarse a la sociedad, no incurriendo en nuevas infracciones.
Los hechos ocurrieron en noviembre del 2022. El caso no trascendió hasta meses después, al tratarse de menores. Fue la familia de la pequeña la que decidió contarlo, para que la sociedad «tome conciencia» de lo que «está pasando». La hermana de la víctima acudió a un programa de TV3 a contar el infierno que vivió su hermana pequeña. La niña fue sola al centro comercial, le había dicho a su madre que había quedado con amigas. Se paró ante un escaparate. Los agresores la rodearon, la amenazaron con un arma blanca y la metieron en el baño. La agredieron sexualmente y se marcharon. «Hicieron con ella lo que quisieron», según el relato de la hermana. «No pudo escaparse. Tenía un cuchillo en el cuello y la amenazaron con matarla», narró su familiar. «Cuando acabaron, se fueron», añadió.
La pequeña salió y pidió ayuda a un guardia de seguridad, que de acuerdo al relato de la familia, no le hizo caso. «¿Qué estás diciendo?, vete para allá», fue la respuesta que le dio el guardia de seguridad a la niña. En un primer momento, la menor no explicó nada en casa. Hasta que un mes después, su hermano mayor contó que le habían dicho en el instituto que circulaba un vídeo con lo ocurrido. La menor narró lo ocurrido y los padres denunciaron ante los Mossos. El hermano recibió amenazas de muerte por denunciar públicamente el caso y la familia acabó por salir de Badalona y marcharse a vivir a otra localidad.
En el mismo centro, posteriormente, se denunciaron varios casos de agresiones sexuales más.