Illa reivindica la fraternidad entre territorios frente al discurso de odio, en su primer mensaje navideño

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

Salvador Illa, durante su discurso con motivo de la festividad de San Esteban
Salvador Illa, durante su discurso con motivo de la festividad de San Esteban Arnau Carbonell (Generalitat) | EUROPA PRESS

El presidente catalán eludió la financiación singular y tuvo palabras de aliento para las víctimas de la dana

26 dic 2024 . Actualizado a las 21:32 h.

En su primer discurso de Navidad como presidente de Cataluña, Salvador Illa pasó de puntillas por las cuestiones más espinosas (la palabra pacto brilló por su ausencia) para centrarse en un mensaje cargado de buenas intenciones y mejores palabras. Ni una sola mención a las negociaciones con Esquerra para abordar los presupuestos del 2025, en vía muerta, o a la financiación singular, sobre la que sus socios de investidura le exigen concreciones. En su breve intervención (no llegó a los cuatro minutos, una de las más escuetas de la historia) del día de San Esteban, festivo en la comunidad, el líder del PSC recordó los conflictos de Ucrania, Gaza y Siria, para subrayar que «es necesario mantenernos firmes en defensa de la paz y del diálogo». Y tuvo palabras de aliento hacia los afectados de la dana: «Muy cerca de nosotros hay mucha gente que no puede gozar de esta paz, Cataluña estará con vosotros, estará con Valencia hasta el final».

El presidente de la Generalitat aderezó su discurso con continuas apelaciones a la fraternidad, el «fundamento de cualquier sociedad, país o democracia; fraternidad entre familiares, entre vecinos, entre territorios», frente a los discursos de «odio y pesimismo» que pretenden crear división en la sociedad. E invitó a los catalanes a vivir «nuestra diversidad como una riqueza; sintámonos merecidamente orgullosos de lo que somos y de los que hemos conseguido como país y como sociedad sin caer en el triunfalismo».

Illa se mostró convencido de que el 2025 será un año «de nuevas esperanzas, que tenemos que procurar que se traduzcan en una vida mejor para todos». Aunque dijo ser «muy consciente de las dificultades a las que nos enfrentamos». 

«Una Cataluña más próspera»

En este sentido, instó a «no dejarnos arrastrar ni por los discursos que pretenden dividirnos ni por los cargados de odio y pesimismo». Por ello, señaló que el año que viene «Cataluña tiene que estar al lado de la esperanza, porque cuando hemos compartido esperanza, esfuerzos y optimismo hemos progresado más y en favor de todos; y cuando hemos fortalecido la fraternidad que une personas y territorios». Y concluyó que en el 2025 se propone trabajar para «hacer una Cataluña más cívica, más amable y más próspera, que comienza por los pequeños gestos cotidianos, por respetarnos, por escucharnos y por comprendernos».

Aunque el dirigente socialista la obvió ayer, lo cierto es que la financiación autonómica suele ser un tema recurrente en los mensajes navideños pronunciados desde el palacio de la Generalitat. Artur Mas sacó a relucir el «pacto fiscal» en uno de ellos, que más tarde Pere Aragonès recuperó bajo el nombre (ya popular) de «financiación singular». Los dineros autonómicos compartieron protagonismo con el del «derecho a decidir» en tiempos de Carles Puigdemont y Quim Torra. Hace 15 años, José Montilla, el presidente socialista que precedió a Illa, centró su arenga de fin de año en la «realidad metropolitana», el «futuro económico» y el «progreso». Mucho han cambiado las cosas en este tiempo, con el independentismo en su peor momento en Cataluña aunque condicionando el rumbo de los precarios Gobiernos de PSOE y PSC en la Moncloa y la Generalitat.