Víctor de Aldama accede a la mega memoria de su móvil y prepara una andanada de nuevas revelaciones
ESPAÑA
El juez Pedraz autoriza una copia del terabyte de información de su terminal, equivalente a casi 700 millones de documentos
15 ene 2025 . Actualizado a las 17:54 h.Ni siquiera los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han sido capaces de valorar el alcance del inmenso contenido de la memoria del teléfono móvil que el pasado 7 de octubre le incautaron a Víctor de Aldama en el marco del caso de hidrocarburos, un presunto fraude tributario de 182 millones de euros, por el que luego acabaría en prisión provisional hasta concretarse su pacto con la Fiscalía Anticorrupción el 21 de noviembre siguiente.
Un almacén con un terabyte de información —equivalente a 857.000 fotos de resolución media o a cerca de 700 millones de documentos escritos— al que el presunto «conseguidor» de la trama corrupta que salpica al PSOE acaba de tener acceso, después de que el titular del Juzgado de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, haya autorizado que se le entregue el volcado íntegro del terminal.
El abogado del empresario, José Antonio Choclán, solicitó el pasado diciembre al instructor una copia de esa memoria para preparar la defensa de su cliente ante su declaración en el Tribunal Supremo y escudriñar esos vastísimos archivos para presentar las supuestas pruebas que Aldama había prometido para avalar sus acusaciones contra los principales implicados en el caso Koldo, el Gobierno y el PSOE.
Según han revelado fuentes del caso, el juez Pedraz —que tampoco se ha atrevido a analizar la magnitud de la documentación incautada— ha autorizado que ese terabyte se cuelgue en un repositorio online (una nube) exclusivamente con acceso a la Fiscalía Anticorrupción y a la defensa de De Aldama, ya que la denominada causa de los hidrocarburos sigue secreta, sobre todo porque los investigadores están pendientes de ver la fórmula de cómo recuperar los cerca de 74 millones de euros que la trama de gasoil envió a Portugal, Colombia y China.
Así las cosas, Víctor de Aldama ha tenido acceso a su famoso móvil antes incluso de que la UCO haya presentado siquiera un primer informe preliminar a alguno de los tres juzgados concernidos de la Audiencia Nacional y el Supremo. Los expertos de la Guardia Civil accedieron sin demasiados problemas al «contenido íntegro» de la memoria el pasado octubre, según apuntan mandos de la investigación, y sin ayuda del imputado, quien en diciembre se había ofrecido a la UCO para desencriptar el terminal. Harina de otro costal ha sido la «imposibilidad material» de «estudiar, analizar y sintetizar» todo el material.
Choclán —que en un principio no convenció al magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Leopoldo Puente, para ordenar el volcado del móvil a expensas de lo que decidiera Pedraz— sí que ha convencido al juez de la Audiencia Nacional con el argumento de que en esa terminal hay una «amplia lista de contactos con los que se mantuvieron comunicaciones de WhatsApp de interés para la investigación», y a la que es necesario poder acceder para poder acreditar varios de los hechos que fueron objeto de la declaración prestada el 21 de noviembre ante otro juez de la Audiencia, Ismael Moreno.
Víctor de Aldama sostiene que en ese móvil guarda pruebas (particularmente los mensajes contenidos en él) para afianzar las incriminaciones no solo contra José Luis Ábalos, sino también contra su primogénito Víctor Ábalos, a quien sitúa como pieza clave en la fallida operación de compra de un piso de lujo para su padre en la Castellana de Madrid por valor de 1,9 millones de euros y que serviría, presuntamente, como pago por la mediación del exdirigente del PSOE en contratos que estarían amañados, siempre según Aldama.
Más mordidas
El empresario también aseguró tener conversaciones en el móvil con el ministro de Política Territorial Ángel Víctor Torres, del que dijo que le pidió 50.000 euros por la contratación de suministro sanitario, que el presunto «conseguidor» se negó a darle, y al que sostiene haber «facilitando inmuebles para encuentros de diversa naturaleza en los que participaba junto a otras personas».
En esa terminal igualmente —sostiene su defensa— estarían las conversaciones con Carlos Moreno, el jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, para el aplazamiento del pago de una deuda societaria y mensajes en los que «Moreno solicitó que le facilitara oportunidades de inmuebles, toda vez que quería adquirir uno con su pareja, comenzando una relación de interés».
En esa memoria telefónica igualmente hay, siempre según la defensa, pruebas de sus acusaciones contra el que fuera responsable de Correos y exjefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano; contra la expresidenta de Adif en la época de Ábalos, Isabel Pardo de Vera, a la que relaciona con el conocimiento de los amaños; o contra la exministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, hoy vicepresidenta de la Comisión Europea.