La tregua en Gaza comenzará el domingo tras contener Netanyahu la rebelión ultra de su Gobierno
ESPAÑA
El israelí habría ganado tiempo denunciando nuevas demandas de Hamás
16 ene 2025 . Actualizado a las 21:18 h.El gabinete de seguridad de Israel aprobará este viernes el acuerdo con Hamás para establecer un alto el fuego en Gaza que comenzará el domingo a las 12.15 horas (las 11.15 en España). Todos los obstáculos han quedado superados, incluso las dificultades aducidas a última hora por Benjamin Netanyahu, que obligaron a posponer la firma del pacto, prevista para este jueves.
Gaza celebró el anuncio del acuerdo de alto el fuego entre las bombas, que dejaron más de 87 muertos —entre ellos, 21 niños—, y una profunda sensación de incertidumbre ante la falta de confirmación oficial por parte de Israel. Tras el anuncio lanzado en redes sociales por Donald Trump el miércoles, llegaron las palabras del emir de Catar, Tamim bin Hamad al Thani, quien detalló cuándo comenzaría el alto el fuego. Pero faltaban las palabras de Netanyahu, la persona que ha tenido siempre la última palabra en esta guerra desde el primer día y que la volverá a tener.
El silencio del primer ministro indicaba que había problemas. Sus palabras no llegaron, unos y otros se acusaron mutuamente del retraso y el acuerdo quedó en el aire a la espera de su ratificación por parte del Gobierno. Los israelíes acusaron a Hamás de «incumplir partes del pacto para obtener concesiones de último momento». La nota señaló que el gabinete «no se reunirá hasta que los mediadores notifiquen a Israel que Hamás ha aceptado todos los elementos del acuerdo». Las diferencias principales, según los medios, fueron sobre qué palestinos iban a ser liberados y cuáles no. A lo largo de la jornada, sin embargo, ambas partes llegaron a un entendimiento y la votación se celebrará este viernes por la mañana.
Camuflar los roces internos
Dirigentes islamistas como Izzat al Risheq negaron esta información de forma inmediata y dejaron claro que «mantenemos el compromiso» con el texto aprobado en Doha. Hamás reiteró que no hubo peticiones de última hora. El retraso provocó la desesperación entre las familias de los rehenes, que desconfían de los planes del primer ministro. Ora Rubinstein, tía de Bar Kuperstein, secuestrado por Hamás, declaró que «no recibimos ninguna información, solo mensajes generales que dicen que Hamás está provocando el retraso. En mi opinión, se debe a problemas en la coalición de Gobierno».
Esos problemas que intuía Rubinstein venían de que ministros ultranacionalistas como Itamar Ben Gvir, de Seguridad Nacional, habían anunciado que se opondrían al pacto y que votarían en contra. Netanyahu trató de mostrar a su gabinete que solo acepta el texto por la presión de Trump y, al mismo tiempo, que gracias a su intervención Hamás no podrá modificar los términos acordados. Pero estos argumentos no acababan de convencer a unos ultranacionalistas que sueñan con expulsar a los palestinos y volver a levantar colonias en la Franja.
Finalmente, el responsable de Economía, el ultra Bezalel Smotrich, una de las voces más esperadas de la jornada, mostró su apoyo a la primera fase del acuerdo. Ayudaron a convencerlo algunas ofertas de Trump, como el levantamiento de las sanciones a los extremistas y a los colonos en Cisjordania, según anunció el secretario de Estado entrante, Marco Rubio. Sin embargo, Smotrich exigió a Netanyahu una garantía firmada de que, tras esta primera liberación de 33 rehenes, retomará la guerra para acabar con Hamás.
La primera fase está asegurada. Las otras dos dependen de la negociación, que sigue en el aire. La desconfianza entre las partes es enorme y la implementación plena del acuerdo, desde luego, no será tarea sencilla.