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Sánchez constata que ni sus socios ni la oposición apoyan su plan de defensa

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

La Voz

El presidente apuesta por un ejército europeo y adelanta un plan nacional para impulsar la industria de la defensa. Feijoo exige al presidente un pacto de Estado que sea votado en el Congreso

29 mar 2025 . Actualizado a las 22:28 h.

Mucha pedagogía, pero poca concreción. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó el compromiso de aumentar el gasto militar hasta alcanzar del 2 % del PIB, pero no precisó ninguna fecha para hacerlo. Según aseguró, esos tiempos los ofrecerá «en las próximas semanas». Tampoco explicó Sánchez de dónde saldrán los fondos para alcanzar ese volumen de inversión, ya que aseguró que esta se hará «sin tocar un céntimo del gasto social» ni de las partidas medioambientales.

El único compromiso concreto que dejó en su comparecencia en el Congreso es el de poner en marcha antes del verano un «gran plan nacional para el desarrollo e impulso de la tecnología y la industria de la seguridad y defensa españolas». Sánchez, que no utilizó en todo el debate el término rearme, explicó que la necesidad de incrementar el gasto en seguridad se debe a los dos cambios en el escenario internacional: el «regreso del imperialismo ruso» y un «giro copernicano» de la política de EE.UU. con Donald Trump.

Sánchez pide un ejército europeo

Pero no consiguió convencer a sus socios, que rechazan elevar el gasto militar, ni tampoco a la oposición, en la que el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, le advirtió de que no puede esperar su apoyo incondicional si antes no presenta un plan de defensa que deberá ser votado en el Congreso para ser aprobado.

Sánchez reclamó la creación de un ejército europeo que sustituya a las fuerzas armadas de cada nación y convierta a la UE «en una verdadera unión» que garantice «una paz duradera en nuestra región». Se mostró partidario de que sea la Unión Europea la que financie la mayor parte del incremento de la inversión en defensa con mecanismos como la emisión de deuda conjunta o transferencias a los estados a fondo perdido como se hizo en la crisis del covid-19.

Núñez Feijoo reprochó a Sánchez que carezca de un plan. «¿Cómo vamos a comprometernos con la OTAN si la mitad del Gobierno quiere salirse de la OTAN?», dijo, añadiendo que «en España, lo único que sabemos del gasto de defensa en rearme es que quiere cambiarle el nombre». «Usted no sabe nada de su plan de defensa, pero dice que el PP tiene que decir sí a todo. Esto no funciona así. Yo no estoy a sus órdenes, estoy al servicio de mi país», aseguró Feijoo.

Explicó que el jefe de Estado Mayor de la Defensa y los responsables de los tres ejércitos deberían sentarse con el PP y concretar el alcance y contenido «de lo que vamos a hacer». «Si lo que pretende es que el PP sea su socio auxiliar cuando los demás le fallen, olvídese. Se lo advertí el primer día», le dijo a Sánchez, al que indicó que tendrá que elegir entre someterse «a las Cortes o a las urnas». «Son las dos únicas salidas dignas que hay», añadió, y por eso está convencido de que no escogerá ninguna de las dos. «El PP no es el escollo para un pacto de Estado de defensa en España. El escollo es su Gobierno», concluyó. Desde Vox, Santiago Abascal insistió en presentar como socios al PSOE y el PP y acusó a Sánchez de «aterrorizar» a los ciudadanos y de aprovechar la «guerra» para «echarse en manos de China».

Pero Sánchez tampoco encontró apoyo en sus socios. «España no debe aceptar que más gasto equivale a más seguridad», señaló la portavoz de Sumar, Verónica Martínez, que lució una camiseta con el lema «Altri Non» contra la fábrica de celulosa. «Bajo la tutela de Estados Unidos y de la OTAN, Europa no tiene voz propia en el mundo. La OTAN se encuentra en muerte cerebral», dijo, añadiendo que «la seguridad no puede construirse a costa del bienestar social».

La tercera guerra mundial

Aún más crítica fue la portavoz de Podemos, Ione Belarra, que aseguró que «rearmarse hasta los dientes» aumenta de forma exponencial el riesgo de una tercera guerra mundial e incidió en que lo que necesita España y la UE es un plan de «desarme». Sánchez le contestó que, con ella como ministra, el Gobierno ya aumentó el gasto en defensa.

Desde ERC, Gabriel Rufián afirmó que «el principal problema del rearme es que no será europeo. EE.UU, no quiere socios, quiere siervos». Mertxe Aizpurua (EH Bildu) aseguró también que «el rearme no es una opción». Aitor Esteban (PNV) apoyó un plan de inversión en I+D+i y en producción europea que pueda dotar de mayor independencia al continente Miriam Nogueras (Junts) admitió la necesidad de «rearmarse». Y el diputado el BNG, Néstor Rego, exigió a Sánchez «apostar pola paz e contra o rearme da Unión Europea».

Sánchez anuncia un plan para sectores afectados por una posible guerra comercial con EE.UU.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Ejecutivo está preparando un plan de contingencia para ayudar a los sectores españoles que pudieran verse más afectados por una posible guerra comercial con Estados Unidos.

El jefe del Ejecutivo ha lamentado la actitud de la actual administración estadounidense encabezada por Donald Trump por los ataques a España y Europa y ha asegurado que ni una ni otra han hecho nada para merecerlos.

Bien al contrario, ha explicado que la balanza comercial de España con Estados Unidos es deficitaria y que el Gobierno ha sido uno de los que más ha defendido la presencia de empresas estadounidenses en Europa.

Por ello ha reclamado a la administración Trump que ante su intención de imponer nuevos aranceles, recapacite y dialogue con la Comisión Europea, que ha recordado que es quien centraliza todas las competencias de comercio de lo estados miembros.

«Que construya puentes, que detenga este sinsentido, porque si no lo hace, tendremos que responder y hacerlo con tres criterios: proporcionalidad, rapidez y unidad», ha añadido antes de advertir: «Europa es una potencia y responderá como una potencia».

Sánchez ha hecho hincapié en que Europa no quiere una guerra comercial, pero ha insistido en que, si hay que darla, está preparada. Ante esa posibilidad ha informado de que el Gobierno está negociando con el resto de los Veintisiete esa respuesta «proporcional, inteligente y unitaria».

Pero más allá de esa negociación comunitaria ha informado de que el Ejecutivo está diseñando también un plan de contingencia para ayudar en España a los sectores de la economía que puedan verse afectados por esa posible guerra comercial, aunque no ha aportado más detalles al respecto.