
El exlíder de Podemos publica un libro en el que ubica a la vicepresidente segunda en una «nube de narcisismo»
09 abr 2025 . Actualizado a las 11:39 h.El exlíder de Podemos y exvicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ubica a su sustituta como número tres del Ejecutivo, Yolanda Díaz, en una «nube de narcisismo» desde que él mismo la escogió como sucesora y de la que todavía no se ha bajado. En su último libro, titulado Enemigos Íntimos. Cómo entender la derechización de España, Iglesias carga con dureza contra Díaz y augura que acabará dejando la política y después de ser vicepresidenta ya «puede considerarse a un personaje histórico con cosas que explicarle a sus nietos, aunque sea desde una posición tan desgastada».
Según el exlíder del partido morado, la ministra de Trabajo tiene «inquina» visceral hacia la exministra de Igualdad Irene Montero. En un capítulo de la obra dedicado íntegramente a la vicepresidenta segunda y titulado Yolanda en la corte del rey Felipe, Iglesias narra que tuvo mucho aprecio por Díaz, a la que consideraba «una amiga personal» y que políticamente, «también confiaba mucho en ella». Reconoce que desde su puesto en Trabajo ha conseguido logros importantes para los trabajadores. Y justifica su decisión de escogerla como sucesora en que su figura era la «ideal» para relevarle como referente cuando Podemos se encontraba en plena «persecución y desgaste» en el 2021. E indica que pensó que sería «leal» con Podemos pese a tener su propio estilo.
Según Iglesias, la «opción natural y con más apoyos» para sustituirle era Irene Montero, pero esa no era una alternativa realista porque la reacción contra ella por ser su pareja habría sido «machista y feroz». Recuerda que el inicio de su ruptura con Díaz tuvo lugar cuando esta participó en el acto Otras políticas junto a la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, la líder de Más Madrid, Mónica García o la exdirigente de Compromís, Mónica Oltra, excluyendo a Montero y a la secretaria general de Podemos Ione Belarra.
«Mentir como estrategia»
A partir ahí, Díaz «empieza a normalizar mentir como estrategia y exhibir una hipocresía que llegaba a ser esperpéntica con toda aquella escenificación de abrazos y de amor con Íñigo Errejón o con Ada Colau» y con ella «se volvió todo exageradamente fingido». Recuerda además que cuando Mónica Oltra «tuvo que dimitir apretando los dientes, Yolanda no la secundó».

A su juicio, la personalidad de Yolanda Díaz se transformó porque nunca imaginó tener un papel «tan relevante» y con tanto «poder». «No es muy diferente de lo que le pasó a Errejón, solo que él lo explotó en una dirección terrible», indica Iglesias en referencia a las denuncias por agresión sexual contra su ex número dos. Ambos, dice «creyeron eso de que a mí España me ama».
Según el relato del exlíder de Podemos, «Yolanda se enamoró de la fama» y cambió su forma de actuar, además de su imagen y su tono por una «personalidad forzada» que, durante un tiempo, parecía que iba a ser irresistible y podía llevar «muy lejos» a la izquierda, «en contraste con el Iglesias enfadado y gruñón».
El exvicepresidente carga también contra Manuela Carmena, a la que define como una «persona conservadora» y dice que su manera de hacer política se «adelanta» al «yolandismo» y desprende una «voluntad de idiotizar al electorado progresista».