Los críticos a Junqueras se imponen en el congreso de Esquerra en Barcelona

Xavier Gual BARCELONA / E. LA VOZ

ESPAÑA

La candidatura crítica, liderada por Creu Camacho, se impuso a la continuista de Eva Baró, fiel a Oriol Junqueras.
La candidatura crítica, liderada por Creu Camacho, se impuso a la continuista de Eva Baró, fiel a Oriol Junqueras. EUROPA PRESS | EUROPAPRESS

La militancia da la espalda al acuerdo firmado hace un año con el alcalde socialista Jaume Collboni

27 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Saltó la sorpresa en el congreso de Esquerra en Barcelona. Contra todo pronóstico, la candidatura crítica, liderada por Creu Camacho, se impuso a la continuista de Eva Baró, fiel a Oriol Junqueras, y hasta ayer presidenta del partido en la todopoderosa federación local. El resultado de la votación celebrada a lo largo del sábado fue muy ajustada. Del millar de afiliados con derecho a voto, 338 se decantaron por la propuesta de Dignidad República, encabezada por Camacho, frente a los 324 que dieron su apoyo a Endavant Barcelona (Adelante Barcelona), de Baró.

De esta manera, los rebeldes se hacen fuertes en la capital catalana y Junqueras, que necesitó dos vueltas para derrotar a su rival, Xavier Godàs, el pasado mes de diciembre, mantiene un frente abierto en la agrupación más numerosa e influyente del partido a nivel territorial, un bastión controlado a partir de ahora por los críticos. Así, el reelegido (y cuestionado) presidente lo tendrá más difícil para tratar de recoser las heridas entre las dos facciones enfrentadas en uno de los cónclaves internos más tensos que se recuerdan en la historia de la formación.

Malo para los socialistas

Lo acontecido ayer es una mala noticia también para los socialistas, en especial para el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que hace un año cerró un pacto para la entrada de los republicanos en su Ejecutivo. Quienes lo firmaron ya no mandan: Elisenda Alamany, la jefa de filas de ERC en el consistorio barcelonés, actual mano derecha de Junqueras, y la propia Baró, descabalgada de la presidencia local. El acuerdo duerme en un cajón desde que fracasó la consulta interna organizada en junio del año pasado para que la militancia lo validara en las urnas. La votación no se pudo llevar a cabo por exceso de cuórum y con Junqueras fuertemente cuestionado.

A diferencia de entonces, la cúpula republicana no parece tener hoy mucho interés en consumar el acuerdo con los socialistas. En primer lugar, porque a falta de un par de años para la próxima contienda electoral, las municipales del 2027, apenas tienen tiempo de rentabilizar la jugada. Además, los cinco concejales de Esquerra, más los 10 del PSC, siguen lejos de la mayoría absoluta, que está en 21, dado que los comunes de la exalcaldesa Ada Colau siguen resistiéndose a convertirse en la muleta de Collboni. Y en el horizonte del 2027 se intuyen unos comicios tan duros, como lo fueron los del 2023, con tres formaciones (Junts, PSC y Comunes) con aspiraciones de ganarlos.