CONTENIDO PATROCINADO

El programa Santander Natura ya ha conseguido recabar alrededor de una tonelada de desechos en entornos naturales como la playa coruñesa de Bastiagueiro

LA VOZ

El cuidado del planeta es responsabilidad de todos. Los pequeños Celia y Hugo, con 9 y 6 años respectivamente, están convencidos de la necesidad de actuar y velar por el que es nuestro hogar para que los niños como ellos puedan disfrutar de las maravillas que la naturaleza ofrece. Por eso han acompañado a sus padres a limpiar la playa de Bastiagueiro, situada a pocos kilómetros de A Coruña. 

La actividad forma parte del programa Santander Natura, una iniciativa que se engloba dentro del compromiso de Banco Santander con el medio ambiente, a través de la cual empleados de la entidad junto a sus familias acuden a las costas españolas para retirar los plásticos que tanto dañan el ecosistema. Desde 2019, año en el que se puso en marcha, ya se ha recogido alrededor de una tonelada de deshechos dañinos para el entorno natural de los arenales. Lo han hecho posible los más de 800 empleados y sus familias, entre los que se encuentran Yago Barreiro y su hijo Higo y Patricia Aramburu y la pequeña Celia, que han participado en iniciativas como la que se ha celebrado en la playa coruñesa.

Participan por motivos muy diversos, pero todos coinciden en que limpiar la playa es como limpiar su casa, porque como asegura Patricia: «La gente de A Coruña hemos veraneado siempre cerquita del mar y nos gusta tener el mar cerca. Me encanta venir a ayudar a tener las playas limpias porque al final son las playas que disfruto. Playas de proximidad, a las que vengo con mis hijos, con mi familia, y al final es como cuidar mi casa». Un hogar que a Yago le trae «esos recuerdos de infancia y de adolescencia y ese vínculo con esos momentos tan felices que pasaba en verano».

«Creo que debemos hacerlo porque a todos nos gusta que tengamos la playa limpia para poder jugar con nuestros amigos», afirma Celia. 

Además de la limpieza de arenales como los de Galicia y Asturias, decenas de niños y adolescentes han podido participar a través de Santander Natura en talleres de aves con la construcción de numerosas cajas nido a partir de materiales reciclados en distintos bosques españoles, tomando conciencia sobre la importancia de cuidar el planeta. Igualmente, han colaborado con la plantación de árboles en Zaragoza o en Toledo y con la recogida de plásticos y basura en riberas de ríos como el del Tormes, el Saja o el Guadiana.

Santander Natura surge de la necesidad de fomentar un compromiso mayor de las empresas con el medioambiente.

Estas iniciativas son el resultado del cambio de rumbo que la sociedad ha experimentado en los últimos años con respecto a su relación con el medio ambiente. Por eso compañías como Banco Santander son ahora más conscientes del entorno en el que operan y cuentan con clientes cada vez más comprometidos con la conservación del ecosistema. De ahí que la entidad financiera trabaje para liderar la transición hacia una economía verde. En este sentido, una de sus primeras acciones fue la financiación de las primeras plantas fotovoltaicas en España hace ya dos décadas. Con el fin de ayudar a movilizar el apoyo financiero necesario para construir una economía global de emisiones cero y cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, ahora el Grupo es miembro de la Net Zero Banking Alliance. Entre sus objetivos está alcanzar las cero emisiones netas en 2050, tanto en su propia actividad como para todas las emisiones de sus clientes derivadas de cualquiera de los servicios de financiación, asesoramiento o inversión que ofrece. Acciones que promueven un cambio auténtico en los hábitos sociales y empresariales en relación a un mundo más verde.

Otros proyectos del Banco Santander a favor del medioambiente

Con un importe total financiado de más de 2.400 millones de euros en 33 operaciones y una cuota de mercado mundial del 6,4%, según el ranking de Infralogic, la entidad financiera ha cerrado el primer semestre del 2022 como líder mundial en financiación de proyectos de energías renovables.

Este tipo de iniciativas, conocidas también como greenfield, supusieron una capacidad instalada de 13.604 megavatios, lo cual evitará la emisión de 251 millones de toneladas de dióxido de carbono, una de las sustancias que más daña la capa de ozono, equivalente al consumo anual de 9,2 millones de hogares.

Banco Santander también forma parte de la iniciativa Motor Verde impulsada por la Fundación Repsol y el Grupo Sylvestris que busca la reforestación a gran escala de 70.000 hectáreas que han sufrido incendios o están inutilizables. El proyecto prevé plantar más de 60 millones de árboles para compensar hasta 16 millones de toneladas de CO2 y, a la vez, generar 15.000 empleos locales e inclusivos. El primer paso ya se ha dado, de la mano de Santander, en Caminomorisco, Cáceres, donde se reforestarán 600 hectáreas para que crezca uno de los tres llamados “bosques Santander” contemplados en el acuerdo. 

Otro paso más para la reducción de sus impactos medioambientales se encuentra en el reciclaje. Así, Santander  facilita a sus clientes el reciclaje de sus tarjetas de débito y crédito caducadas en los cajeros automáticos de la entidad. Estas tarjetas pasarán directamente a un proceso de reciclado en el que se reutilizarán para la fabricación de distintos elementos de mobiliario urbano. 

En aras de conocer y medir el impacto real de la actividad de la entidad al ecosistema, desde el año 2011 Santander calcula su propia huella de carbono, un importante indicador para reformular el negocio a partir de criterios basados en la sostenibilidad. A partir de ahí y conforme se van aplicando las medidas, se comprueba su eficacia a favor del medio ambiente. Este compromiso no se limita solo a su propia actividad, ya que cuenta con una funcionalidad en su app y web que permite a sus clientes particulares de España medir su propia huella de carbono a partir de las compras realizadas con sus tarjetas Santander y recibos domiciliados. 

Descubre otros proyectos de Banco Santander para proteger el planeta

 Fotografías: Rubén López