Sin verbena y con un gremio al límite

Las orquestas, que resisten la asfixia tras 12 meses de prohibición, se niegan a dar por perdido el verano

Imagen de una verbena previa a la irrupción del coronavirus
Imagen de una verbena previa a la irrupción del coronavirus

REDACCIÓN / LA VOZ

«Somos el único gremio prohibido por completo», insiste Lito Garrido tras su primer año sin montar el escenario. Precisamente el pasado verano él fue la primera voz de una orquesta en anunciar la anulación de su gira. A pesar de la autorización autonómica y del protocolo covid que se había diseñado a tal efecto, tomó una decisión inédita que sacudió el mundo de la verbena: la Orquesta Panorama cancelaba su tour 2020. El efecto dominó hizo que las demás se viesen también obligadas a hacerlo, después de ver que los concellos no organizarían sus fiestas patronales. Un año después, de nuevo se enfrentan a la posibilidad de una segunda temporada paralizadas.

Sin ingresos que no van más allá de apariciones televisivas esporádicas y ciertas grabaciones, las formaciones de una industria musical sin rival en el resto de España se desmoronan. La Xunta publicó en febrero las ayudas de dos millones de euros prometidas en septiembre -1.200.000 del 2020 y los 800.000 restantes para el 2021-. Un gesto hacia medio centenar de orquestas que el sector agradece, aunque con una letra pequeña que deja en el aire la recepción de esos fondos. «El problema es que íbamos a promocionar el Xacobeo. Si no cumplimos con una cantidad determinada de actuaciones, no podremos recibir la ayuda. Y en el caso de que alguna hubiese solicitado un adelanto -poco probable dado que la mayoría están endeudas por la cancelación de las giras y difícilmente obtendrían un aval bancario-, tendría que devolverlo de no hacer ese mínimo de shows. Tal y como están las cosas, dudamos de que podamos hacer los suficientes», señala José Antonio Blas, gerente de la París de Noia, que añade que «si quieren ayudarnos, tendrían que prolongarlas hasta el verano que viene, igual que hicieron con el año santo». Las 32 familias que dependen de su orquesta resisten en silencio el azote del covid y la ausencia de ingresos, al igual que las 33 de Panorama y de otras tantas vinculadas a la verbena gallega. «Dependemos totalmente del verano. Financieramente, la situación es horrible», señala Lito, que, como el resto, tiene su emblemático tráiler en la nave, «abierto para que no se estropee, y más bajo para que quepa. A ver si arranca... No por ser una orquesta grande tengo menos impedimentos para salir. Todas tenemos el mismo problema: sin un mínimo de ingresos, resulta imposible», incide. El Combo Dominicano, con sus integrantes repartidos entre Galicia y Canarias, suma a la ruina en Galicia la del pasado carnaval, cancelado en las islas. Sin embargo, su director, Cirano Núñez, se niega a caer en el pesimismo: «El sector está muerto ahora mismo, pero yo quiero ser positivo. Nuestra intención es trabajar en verano, salvo que nos lo prohíban de nuevo. No queremos lástima, queremos trabajar porque no podemos permitirnos el lujo de estar otros 12 meses sin hacerlo. Todas somos empresas con muchos gastos que hemos seguido pagando nuestros impuestos sin ayuda».

Alberto Dopico, propietario de la Orquesta Cinema y presidente de la Asociación de Empresarios da Música da Verbena Galega (Asevega), resume el sentir del gremio: «Estamos dispuestos a adaptar nuestros shows. Pero no hay que olvidar que la verbena es un tesoro cultural de Galicia desde finales del siglo XIX. Se celebraron en las peores circunstancias, incluso en posguerra. Es la forma de vida de las orquestas, pero también de los gallegos. ¿Qué echo yo de menos? Un poco de valentía por parte de los concellos para hacer un producto acorde a este momento». El espectáculo, suplica el gremio, debe continuar.

Manuel Fariña, presidente de la Asociación Galega de Orquestas

«El drama humano sobrepasa ya con creces al empresarial»

 

 

«Se nos prohibió trabajar, no hemos podido hacer ni siquiera un intento», dice Manuel Fariña, el presidente de la Asociación Galega de Orquestras (AGO), que recuerda que su sector «nunca ha recurrido a la ayuda pública». Este año santo está teniendo poco de santo para el gremio, y en este sentido pide un paso al frente. «Estamos en un año xacobeo, y ahí sí que la Xunta debería apoyar a las orquestas con una gira», zanja.

-¿Cuándo recibirán las ayudas?

-Si es que las cobramos. Las orquestas íbamos a realizar la promoción del xacobeo y ahora debemos justificar el derecho a recibir esas ayudas mediante un número mínimo de actuaciones. La gente piensa: “Es que le han dado cien mil euros a la París de Noia”. No es cierto. Se los darán si trabaja. Y para trabajar, tiene que poner en circulación un montón de material sin disponer de liquidez para ello. ¿Cuál es el problema real? Que no vamos a trabajar este año, no hay visos de ello.

-¿Será el segundo verano sin verbena?

-El 80 % del mercado de trabajo en Galicia es privado, son comisiones que hacen las fiestas de sus pueblos, y no se va a hacer fiesta porque la gente mayor tiene miedo y no quiere fiestas. No es pesimismo, es que yo como presidente me tengo que poner en lo peor para buscar soluciones a lo peor. Pero estamos en un año xacobeo, y la Xunta ahí sí que tendría que dar un paso al frente y hacer una gira. No solo sabemos hacer bailar a la gente.

-¿Cuánto tardarían en cobrar la subvención si realizan el mínimo de actuaciones?

-Se cobraría a final de año o a principios del que viene, con mucha suerte. Por lo tanto, hablaríamos de dos años sin ayuda. Porque para pedir un adelanto de dicha ayuda tienes que avalar el 110 %. Pero es que cuando empezó la pandemia, las orquestas ya tuvimos que pedir créditos para sobrevivir, con lo cual el endeudamiento con los bancos es bestial y no nos van a avalar. Agradecemos a la Consellería de Cultura, en la persona de Román Rodríguez, y al secretario de Política Lingüística, Valentín García, que en todo momento nos han brindado su apoyo. Pero la letra pequeña no permite que estas ayudas sean buenas, llegan muy tarde.

-¿Cuánto falta para que se declare en ruina el sector?

-Estamos en una situación en la que el drama humano sobrepasa al empresarial. Es una pandemia, y no podemos realizar nuestro trabajo por un bien mayor: que la gente no se contagie. No tiene sentido que esto no se enfoque desde un punto de vista humano. Otra cosa que nos preguntamos es si la Xunta va a permitir que el sector de las orquestas, la champions league de España, un fenómeno único en el mundo que está en Patrimonio ahora mismo para que se declare como BIC, desaparezca.

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