Proyectos nacidos para luchar contra la pobreza y la exclusión social cogen impulso a través del programa Santander Ayuda, cuyas ediciones actuales están centradas en paliar los efectos de la crisis sanitaria
Los colectivos vulnerables están presentes en muchos sectores de la población. Estar en riesgo de exclusión social se puede deber a muchísimos factores, muy diferentes entre ellos: la pobreza, la discapacidad, el envejecimiento, la salud, etc. La pérdida de calidad de vida está ahí y, mientras que unos la han vivido así desde siempre, hay quienes antes tenían ciertas comodidades y, con el paso del tiempo, se han ido evaporando.
Teniendo en cuenta la importancia de la sensibilización con todas las situaciones que puedan derivar en vivir con más dificultades de los demás, nacen proyectos que dan esperanza y cuyos objetivos son la integración de las personas en situaciones vulnerables, más aún tras este año y medio en que la actual crisis sanitaria se ha cebado incluso con quienes nunca se habían visto en ciertas situaciones de fragilidad.
Teniendo en cuenta este contexto y para ayudar a revertirlo, Banco Santander, a través de su fundación, pone a disposición del tercer sector iniciativas como ‘Santander Ayuda’, que ya alcanza su vigesimoprimera edición y que, en esta convocatoria, está enfocada a la discapacidad, la salud y el envejecimiento, tres ejes que se han visto muy afectados por el desarrollo de la pandemia.
Y algunos se preguntarán: ¿qué es el tercer sector? Primero conviene mencionar quiénes son los otros dos sectores. Mientras que el privado lo forman las empresas y organizaciones orientadas a conseguir beneficios económicos para sus accionistas, el sector público es el formado por organismos dependientes del Estado cuyo fin es dar servicio a la ciudadanía. Así, pues, el tercer sector es el que engloba a los que no tienen cabida en los dos primeros, es decir, las ONG.
El interés por involucrarse en acciones concretas es el motor que mueve al tercer sector. Apoyo de ámbito social, educativo, sanitario, medioambiental… pero también de ámbito cultural, artístico o deportivo y que hacen que se noten las mejoras de los sectores para los que hacen el esfuerzo de ayudar. Y de ahí es de donde nace la filosofía del programa ‘Santander Ayuda’, de poder ayudar a quienes habitualmente ayudan. Banco Santander, a través de su Fundación, lleva ya varios años mejorando la calidad de vida de colectivos en situación de fragilidad destinando en el último lustro 2,2 millones de euros repartidos entre 440 proyectos sociales que han favorecido a más de 260.000 personas.
Para esta última convocatoria se han seleccionado 20 proyectos sociales de ámbito local -de entre 450 solicitudes- orientados a promocionar la autonomía, prestando especial interés al envejecimiento, la discapacidad y la enfermedad. La veintena de propuestas elegidas reciben 5.000 euros que ayudarán al desarrollo de sus programas y al mantenimiento de su valioso trabajo de apoyo a los colectivos más vulnerables de la sociedad.
Precisamente, para seleccionar los proyectos de este año se ha tenido en cuenta el impacto positivo que sus acciones tienen en la batalla contra la crisis sanitaria actual: desde iniciativas que luchan contra la soledad no deseada de los mayores y evitar así su falta de actividad física y mental como es el Proyecto Actívate de Coopera ONG; hasta la Asociación ACPA de Alicante, que a través de su programa Despertando sentidos llevan a cabo una labor terapéutica y rehabilitadora para que, mediante los caballos, se contribuya al desarrollo físico, psíquico y social de las personas con parálisis cerebral.
Aspace Navarra, otra de las organizaciones que se han podido beneficiar de la ayuda, promueve una iniciativa que sirve de acompañamiento en la vida laboral a personas con parálisis cerebral a través de servicios como Centro Ocupacional, Centro Especial de Empleo y Servicio de Acogida y orientación Laboral.
El director general de la ONG, Rafael Olleta Ruiz, destaca su proyecto clave, que consiste en fomentar el empleo de personas con discapacidad en el entorno rural. En este caso, el escenario es la planta de Biointegra, en Roncesvalles, desde la cual, junto a INTIA, elaboran y transforman productos lácteos ecológicos de leche de vacuno. Son las propias personas con discapacidad las que trabajan en la planta y las que dan a conocer el proyecto de primera mano gracias a su Aula de Divulgación y Formación.
La próxima convocatoria de esta ayuda social para proyectos locales estará abierta del 13 de septiembre al 8 de octubre de 2021. De esta manera, ‘Santander Ayuda’ refuerza su compromiso con las entidades sin ánimo de lucro a través de cuatro convocatorias anuales que ponen en marcha mejoras en la calidad de vida de los más vulnerables.
Los objetivos, a la vista está, son la lucha contra la pobreza y la exclusión social, así como el fomento de la autonomía personal de nuestros mayores y de las personas con discapacidad.