Zapatero promete que todos los jóvenes hablarán y trabajarán en inglés en diez años
ELECCIONES GENERALES 2008
El presidente del Gobierno propone como objetivo inmediato que el 15% de las actividades en horario escolar se impartan en este idioma.
18 feb 2008 . Actualizado a las 20:13 h.El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, ha prometido hoy que en la próxima legislatura se impulsará «un gran salto» en el aprendizaje del inglés para que en una década todos los jóvenes puedan utilizarlo como lengua de comunicación y trabajo.
Durante un encuentro con colectivos educativos en el Auditorio Tomás y Valiente de Fuenlabrada, tras visitar el Instituto de Enseñanza Secundaria Salvador Allende de eta localidad madrileña, Zapatero ha apostado por que España ponga fin al «lastre histórico» y ha garantizado que en diez años todos los alumnos que acaben la enseñanza obligatoria usarán «de manera ordinaria» el inglés.
Así, se ha fijado como objetivo inmediato que en los próximos cuatro años el 15% de las actividades en horario escolar se impartan en inglés, y para ello se impulsará un importante plan de cursos y becas para perfeccionar el uso de esta lengua entre los maestros. Estos planes permitirán que el profesorado de educación infantil, primaria o secundaria acceda a cursos de inglés, o que 20.000 profesores realicen un perfeccionamiento intensivo con cursos en el extranjero, preferentemente en el Reino Unido o en Estados Unidos, de manera que estén en disposición de impartir sus asignaturas en inglés.
Además está previsto contratar «a tiempo parcial» a 12.000 profesores y a 8.000 auxiliares nativos para realizar diversas actividades en inglés en los centros educativos.
Zapatero garantizó que cada año 200.000 jóvenes tendrán acceso a una beca para estudiar inglés fuera de España, ampliando así el programa ya existente; en este sentido aseguró que este verano más de 51.000 jóvenes de entre 18 y 30 años podrán beneficiarse de ayudas para cursos.
El jefe del Ejecutivo fijó como prioritaria la enseñanza de las matemáticas, la lengua y el inglés, y reclamó un esfuerzo significativo en la comprensión lectora; para todo ello, prosiguió, se elaborarán materiales de apoyo, se reforzarán las bibliotecas escolares y se creará una comisión de expertos para analizar la situación de la lectura y recomendar elementos que mejoren la comprensión.
Tras recordar otras promesas como 300.000 plazas de educación de 0 a 3 años, Zapatero se comprometió a incrementar el número de jóvenes que estudian más allá de la educación obligatoria -hasta llegar al 85 por ciento- con planes de refuerzo, medios para que los alumnos que lo precisen reciban atención individualizada o becas salario para que ningún joven deje los estudios postobligatorios por falta de recursos.
Zapatero apostó también por apoyar la tarea de los profesores, «motivarles, porque bien formados ya están», y dotarles de la autoridad docente necesaria en el ejercicio de su función.
Para ello se comprometió a firmar un nuevo acuerdo con el profesorado plasmado en un estatuto docente que «promueva el reconocimiento social» de su labor y que fije un sistema de incentivos laborales y profesionales.
El jefe del Ejecutivo contrapuso su programa educativo, que defiende la educación pública como garantía de una sociedad «cohesionada» a la vez que respeta la educación concertada o la privada, a las propuestas del PP, que «margina y olvida» a la educación pública y se dirige hacia una «sociedad dual».
«El PP dice que apuesta por la educación, en fin, hay tantas cosas que dice y que no les creo... Ayer oí a Rajoy decir que su programa era el de los 'currantes'; sí hombre, como Pizarro, que tiene una indemnización de miles de millones de pesetas, qué desfachatez», agregó.
Por su parte, la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, defendió la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (EpC) para formar ciudadanos «libres, críticos e iguales», y ha subrayado que el objetivo de la excelencia de la educación ha de estar vinculado inexcusablemente a la igualdad de oportunidades, mientras que el PP sólo pretende la excelencia «de unos pocos».