Ninguna de las dos logra clasificarse para las finales individuales.
10 ago 2008 . Actualizado a las 19:24 h.Fue una despedida triste. Sin el acompañamiento del equipo, que siempre eleva un poco más las notas, Lénika de Simone optaba a meterse en la final de barra, su aparato preferido. Y el ejercicio pintaba bien con un desarrollo sobrio, seguro pero sin estridencias. Pero en la salida, un doble mortal en carpa, el mundo se le vino abajo. «Me torcí de lado un poco y nada, ya lo habéis visto», dijo. Lo que se vio fue una caída de rodillas que le deja sin la final en la que quizás era la competición más importante de su vida. La caída se penaliza con ocho décimas y además hay que añadir lo que dejó de sumar. «Llevaba un ejercicio de barra tremendo. Pero creo que ha sido el exceso de responsabilidad lo que le ha frenado porque es el punto final de su carrera deportiva y estaba demasiado preocupada porque quería hacer la mejor competición de su vida», dice Jesús Carballo, su entrenador.
Lénika ha sido aceptada en la Universidad de Stanford (California) para hacer la carrera de Medicina, por lo que su futuro en la gimnasia parece más que acabado. «Si me aceptan en la Liga universitaria de gimnasia de Estados Unidos seguiría en activo allí y quizá podría volver a competir con España en algún torneo determinado. Si no entro en esta Liga acudiría a algún gimnasio para seguir haciendo un poco de actividad ya que el cuerpo te lo pide después de tantos años, pero ya no sería a nivel competitivo. En este caso, la gimnasia ya sería algo secundario», dijo.
Y Lénika se presentó en Pekín, con Laura Campos como única compañera ya que en estos Juegos no se clasificó el equipo. «Sin equipo se está huérfano», dice Carballo. «Me sentía un poco raro porque desde Los Angeles 84 habíamos clasificado al equipo completo. Ha sido un ciclo olímpico para olvidar. Se ha trabajado mucho, pero ha habido lesiones importantes. Además, cada gimnasta ha mantenido a su entrenador y la fórmula no ha sido del todo acertada. ¿Para el futuro? Trabajar con las 20 gimnastas que tenemos en Madrid. Cada entrenador quiere seguir teniendo a sus gimnastas, pero habrá que planificarlo de otra forma, con un mayor control. Hay que luchar para clasificar de nuevo al equipo. Sabía que era importante venir con el equipo completo a unos Juegos, pero hasta que no lo he visto aquí no sabía que era tan importante». Las españolas estuvieron este domingo por debajo de sus posibilidades, con fallos puntuales en asimétricas (De Simone se paró y Campos cometió imprecisiones en un ejercicio de poco riesgo) y el ya mencionado en barra de De Simone, que le dejó sin final y sin la despedida que ella buscaba.