Lo admiten los responsables de la instalación. «Es un poco sorprendente», comenta Javier Cedeira, hijo de los fundadores del cámping de Balcobo (ellos lo escriben con dos bes aunque hay distintas versiones). Inaugurado en 1978 al lado de la playa de esta localidad de Arteixo, cuenta con restaurante desde 1986. A lo largo de estos casi treinta años los rostros famosos que pasaron por allí se reducen prácticamente a futbolistas del Deportivo. «Naybet, Donato, Nando...», los recuerdo porque me gusta el fútbol», asegura Javier. Pero nunca en la historia de este local había pasado por allí una figura de talla internacional como Sting, que el martes ofreció en A Coruña su único concierto en Galicia. ¿Y cómo fue a parar a este lugar alejado del habitual circuito gastronómico? ¿Qué hacía Sting en un cámping?
Una terraza tranquila
Me cuentan que buscaba una playa tranquila y encontró este rincón alejado de los focos y de la miradas de la gente. «Nos reservaron una hora antes. Llegó a la una menos cuarto con otras dos personas y se sentaron en una mesa de la terraza. Una hora después se marcharon, así que no coincidieron con nadie», explica Anna Belén Vázquez, camarera del establecimiento que no dejó pasar la oportunidad para hacerse una foto con el artista. «Fue genial. El chico, bueno, el señor, es muy campechano. Me firmó un autógrafo», comenta. Una milhojas de queso fresco, tomate, atún y espárragos trigueros y un lenguado de plato principal fue el menú del ex líder de The Police. No pasa semana sin que algún amigo me pida consejo sobre dónde comer en un lugar determinado. Me encanta recomendar locales que creo que merecen la pena. Si Sting me hubiese preguntado por un sitio sobre el mar, reconozco que nunca se me hubiera ocurrido el cámping de Balcobo. Ahora estoy deseando ir para comprobar si lo puedo incorporar a mi lista de enclaves con encanto, porque una compañera vinculada a Arteixo me dice que bordan los pescados.
Cambio histórico en El Mosquito
En las paredes del restaurante El Mosquito de Vigo, fundado por Carmen Roel Rilo en 1933, cuelgan cantidad de fotos de famosos y más famosos que pasaron por el establecimiento. Su nieta, Begoña Cantero, me manda una foto por WhatsApp en la que se ve a Álvaro Cunqueiro a Torrente Ballester y a Josep Pla posando delante del local del casco vello vigués. «Recuerdo que Peter Ustinov había venido en barco solo para comer aquí y Ramón Gómez de la Senra decía que nuestro lenguado era inigualable. Julio Iglesias, Antonio Gala, Javier Bardem... Tantos...», relata Begoña. El restaurante sigue en el mismo sitio, pero cambió de gerencia. Carmiña, o Nena, como le llama mucha gente, hija de la fundadora, se jubiló y alquiló el negocio. «Mi madre está estupendamente pero dice que echa de menos el trabajo, porque tiene demasiado tiempo libre», comenta su hija Begoña. Ahora le toca a Santi Bello, el nuevo responsable, mantener el listón, que está muy alto. Experiencia no le falta. Desde hace dos años era maitre del balneario de Mondariz y se ocupaba de los grandes banquetes. Su idea es mantener la misma cocina pero incorporando gente joven a la misma. Si dentro de algún tiempo Sting va por Vigo y elige este restaurante será señal de que Santi lo está haciendo bien. Como durante décadas hizo Carmiña, que esta semana estuvo de santo.