Los expertos alertan sobre la excesiva carga que supone hacerse cargo de los nietos de forma habitual, que puede empeorar la salud de los mayores. Los abuelos recuerdan que ellos también tienen vida.
11 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La mayoría de los abuelos asegura que cuidar los nietos les alegra la vida y les hace sentirse útiles. Pero no solo es eso. Dedicarse varias horas al día a encargarse de los pequeños, y más si se hace de forma habitual, puede generar estrés y una sensación de sobrecarga en los mayores, algo que puede agravar sus dolencias y hacer que descuiden su salud, tal y como ha señalado la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Cuidar de los nietos debe ser «una actividad placentera para abuelo y nieto, evitando que se convierta en una carga para la persona mayor, ya que esta situación puede conllevar, a la larga, problemas de estrés, ansiedad o depresión si los abuelos se ven sobrecargados de actividades y responsabilidades con los nietos en detrimento de sus propias necesidades», ha explicado el presidente de SEGG, José Antonio López.
El presidente de la Asociación de Abuelos de España, Francisco Muñoz, asegura que «si hubiera que cuantificar y pagar la labor que hacen los abuelos, el Gobierno de España estaría peor que el de Grecia». Ayudar con los niños cuando los padres no tienen vacaciones, colaborar para cubrir las necesidades --que no los «caprichos»-- y transmitir los conocimientos y «virtudes» que «ya no les enseñan en ningún lado» son algunas de las muchas tareas que, a su juicio, desempeñan abuelos y abuelas en la vida familiar.
Aún así, ha advertido contra el «síndrome de la abuela esclava» que sufren aquellas abuelas y, en menor medida, abuelos, que consiste en «sentirse obligado a hacer todo lo que pueda». «Es no considerar que el abuelo está para lo que está y acaba llevándoles y trayéndoles del colegio, haciéndoles la comida, dándoles todo su dinero, y cada vez se agobia más --ha advertido-- Es un error de concepto. Los abuelos tienen vida social, vida profesional, vida de ocio y también su vida familiar, pero la vida con los nietos no pueden limitar todo lo demás». Un exceso de tiempo en el cuidado de los nietos por parte de los abuelos puede generar la paradoja de la doble dependencia, que tiene lugar cuando la persona mayor padece una dolencia o unas limitaciones que requieren cuidados precisos que no se pueden llevar a cabo porque tienen que cuidar de los nietos.
Con la crisis económica, la conciliación entre la vida laboral y familiar es más complicada, por lo que los padres requieren cada vez más que los abuelos cuiden de los niños, una costumbre que se ha extendido gracias al aumento de la esperanza de vida, que alcanza los 83 años de media. En el caso de las mujeres, la esperanza de vida se sitúa en los 85,7 años, bastante superior a la de los hombres, con 80,2 años.
Otro de los problemas es la sobrecarga, ya que, como ha señalado López, «si en la mayor parte de los casos esta actividad se hace de forma voluntaria y con agrado, también es verdad que, en algunos casos, las abuelas y abuelos tienen la sensación de realizar una jornada laboral a tiempo completo y se sienten forzados en unas cargas de cuidados y educación».
Poner límites
Para evitar que el cuidado de los nietos sea un problema, desde la SEGG recomiendan que los mayores eviten sobrecargarse, realizando únicamente las tareas de las que se vean capaces, y reserven un espacio propio para sus cuidados y ocio. Además, es importante establecer unos límites, tanto a los padres como a los hijos, para que el tiempo que los abuelos pasen con los nietos sea lo más gratificante posible.