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Vaca, xato y prado, igual a carne suprema

EXTRA VOZ

oscar cela

Fina Fernández,  productora, no acaba de dar crédito al contenido del informe de la OMS sobre las carnes rojas. Dice que empaña su trabajo de 365 días al año, con ganado selecto,  cuidado con esmero, que permite comercializar filetes y chuletas catalogados de calidad suprema

08 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La explotación de Fina Fernández es una de las 10.994 de Galicia que se dedican a la producción de carne de vacuno, que ya no atravesaban sus mejores momentos antes del informe de la OMS, con una bajada en los precios en los últimos meses de 35 céntimos en kilo. En la suya todavía sigue las indicaciones heredadas de sus antepasados de «vaca, xato, prado», que definen la cría tradicional y la calidad de una carne que llega al mercado, con todas las garantías de trazabilidad. 

Vender un ternero de entre 240 y 250 kilos de peso medio le supone a Fina Fernández un trabajo diario, que no conoce festivos ni vacaciones, y que conlleva prolongaciones nocturnas de la jornada por algún parto difícil. El precio por kilo que le paga el carnicero, al que le vende las crías cuando cumplen los 10 meses, es de 4,80 euros. No es muy bajo si se compara con lo que perciben otros productores de carne de Galicia, pero contrasta claramente con los que figuran clavados en las piezas a la venta en las carnicerías. 

La ganadera reconoce que mantiene la explotación abierta gracias a las ayudas europeas de la PAC. De lo contrario, los elevados costes de producción la obligarían a cerrar. En su caso carece de base territorial y parte de las 33 hectáreas de pradería que conforman su explotación son alquiladas y las tiene en dos concellos diferentes, el de Lugo y el de Outeiro de Rei. «Non podo andar coas vacas e os becerros polas pistas adiante», asegura. No sería factible conducir 50 animales para cambiarlos de pasto, con lo que se ve obligada a tirar del tractor y de la maquinaria, con el incremento de costes que lleva aparejado. 

La senda que enfiló Fina Fernández hace aproximadamente un año, la de la producción ecológica, le supone, según asegura, un aumento en los costes de producción, que no verá reflejado en la venta de la carne hasta dentro de un tiempo.