Exponerse al sol entre 5 y 30 minutos dos veces a la semana aporta los niveles necesarios de vitamina D, un elemento esencial para la salud, ya que participa en el correcto crecimiento y desarrollo de los huesos, la salud dental, el bienestar cardiovascular, el buen funcionamiento del sistema inmunológico e incluso, en la prevención de algunos tipos de cáncer.
15 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Más de la mitad de la población en España tiene insuficiencia de vitamina D. La cifra podía ser mayor en Galicia, donde sufrimos largas temporadas con pocas horas de sol, como ha sucedido este invierno y lo que llevamos de primavera.
La luz solar es la responsable de que sinteticemos bajo la piel más del 90 % de vitamina D, pero la cantidad de tiempo que una persona necesita pasar al sol para producir suficiente vitamina D depende de varios factores, como el tono de la piel, la época del año, la hora del día y hasta la capa de ozono. Algunos expertos aseguran que entre 5 y 30 minutos dos veces a la semana sin protector solar (o 10-15 minutos diarios) entre las 11 de la mañana y las tres de la tarde podrían ser suficientes para alcanzar los niveles óptimos, pero la generalización del uso de protectores solares para hacer frente a los efectos perjudiciales que esa radiación puede tener sobre la piel (como, por ejemplo, quemaduras, fotoenvejecimiento, hiperpigmentación o cáncer) está haciendo crecer esta insuficiencia.
Para prevenir estos daños, los expertos recuerdan la importancia de usar fotoprotección, lo que incluye evitar el sol durante las horas pico, llevar ropa protectora y aplicar cremas protectoras solares. Ahora bien, el uso de estos protectores solares, principalmente los de mayor factor de protección, provocan, en contrapartida, una reducción significativa de la síntesis cutánea de vitamina D que, en ocasiones, llega incluso a inducir un estado de deficiencia.
Por ello, y en contra de lo que cabría esperar, los niveles de vitamina D en el organismo suelen verse disminuidos de forma notable durante los meses de verano. «El uso de protectores solares siempre es aconsejable, ya que los efectos de la radiación solar principalmente en la piel siempre son negativos. Por eso, si es necesario aumentar los niveles de vitamina D es preferible suplementar esta vitamina de forma oral antes que exponerse en gran medida al sol», ha comentado el dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Javier Pedraz.
Los suplementos
Así, ante el riesgo de cáncer de piel por la exposición excesiva a la radiación UV, el doctor ha reconocido que, bajo prescripción médica, los suplementos orales de vitamina D, como calcifediol cápsulas blandas, son una forma segura, bien tolerada y accesible para alcanzar unos niveles adecuados en el organismo:
«Se puede concluir que el uso de medidas fotoprotectoras es más beneficioso y el aporte oral de vitamina D más seguro, especialmente, en el caso de personas que necesitan medidas estrictas de fotoprotección», ha apostillado el médico de familia Arturo Pretel. Finalmente, Pedraz ha asegurado que la suplementación de vitamina D con calcifediol «es una buena medida para hacer frente al déficit de esta vitamina, ya que presentaciones como las cápsulas blandas resultan formas de administración especialmente cómodas.
Hay, además, ciertos factores que pueden contribuir a tener bajos los niveles de vitamina D, como tener la piel oscura, problemas como enfermedades renales o hepáticas, la enfermedad de Crohn, la obesidad o mantener una dieta vegetariana estricta, ya que la vitamina D que absorbemos a través de los alimentos proviene de fuentes animales (aceites de pescado y pescado, yema de huevo, queso, leche e hígado).
SALUD DE CORAZÓN
En los últimos años los investigadores han logrado demostrar que el tener bajos niveles de vitamina D dobla las posibilidades de sufrir un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular y otros problemas cardiacos. El déficit de esta vitamina se vincula con factores de riesgo como hipertensión arterial, obesidad y diabetes.