En ocasiones, el triunfo o la derrota en un videojuego dependen de algo tan prosaico como la tasa de refresco de la imagen. HP ha hecho hincapié en este aspecto en su nueva serie de monitores para «gaming», entre los que destaca el Omen 27.
02 jul 2018 . Actualizado a las 19:53 h.La tasa de refresco es la cantidad de fotogramas que puede mostrar por segundo un monitor (fps o frames per second). Se mide en herzios, e indica las veces que una pantalla cambia de imagen cada segundo. Cuanta mayor tasa de refresco tiene un panel, mayor sensación de fluidez dará el vídeo o las imágenes que estamos contemplando. Si para tareas comunes como ofimática, programación o edición de fotos puede ser suficiente una cifra baja (entre 60 y 75 herzios), en el caso de los videojuegos ocurre todo lo contrario: necesitamos una tasa de refresco elevada, 144 herzios como mínimo.
HP lanzó hace algún tiempo su línea Omen para satisfacer al cada vez más pujante mundo del gaming y en la actualidad cuenta con pecés, portátiles y otros periféricos con las máximas especificaciones para juegos. El año pasado presentó una gama de monitores que incluye un modelo de 27 pulgadas con una tasa de refresco de 165 herzios y un tiempo de respuesta de 1 milisegundo. Es un dispositivo pensado especialmente para trabajar con consolas y ordenadores con tarjetas gráficas NVIDIA, ya que dispone de una tecnología (G-Sync) que crea un enlace directo entre esta y la pantalla, lo que garantiza la visualización del objetivo sin miedo a desenfoques o problemas de calidad de imagen.
El Omen 27 tiene un panel TN antirreflejo con retroiluminación LED y que ofrece una resolución de 2560 x 1440 píxeles. Con un peso de 6,48 kilos (incluido el soporte) y un brillo de 350 candelas por metro cuadrado, tiene unos ángulos de visión de 170 grados en horizontal y 160 en vertical. Cuenta con tres puertos USB 3.0 (uno ascendente, dos descendentes), un HDMI, un DisplayPort 1.2 y una salida de audio.
Los controles en pantalla permiten cambiar el idioma y ajustar el brillo, el color y la definición con niveles que van desde las 400 a las 12.000 ppp.
Quizá la mayor pega que se le puede hacer es la utilización de la tecnología TN (Twisted Nematic), que tiende a mostrar unos colores algo más flojos que una pantalla IPS, pero dado el tamaño del panel esta última sería inasumible. Actualmente el Omen 27 puede encontrarse por menos de 700 euros y su consumo de energía ? basado en la unidad funcionando cuatro horas al día durante 365 días? es de 67 kWh al año.
HP también ofrece este modelo en 25 pulgadas, que baja su precio a la mitad y puede ser muy interesante porque la diferencia de tamaño no es muy grande. Sin embargo, el Omen 25 tiene una tasa de refresco algo más baja (144 herzios) y la resolución es menor (FHD, 1920 x 1080). Tampoco cuenta con NVIDIA G-Sync. En contrapartida, ofrece un puerto HDMI adicional, muy útil si queremos tener un dispositivo más conectado al monitor. Hay que aclarar también que actualmente el HDMI solo soporta 120 herzios de actualización de imagen, por lo que puede ser más interesante enlazar la consola o el ordenador vía DisplayPort.