El porcentaje de los hogares que separan los residuos se eleva hasta el 68,2 %
17 dic 2018 . Actualizado a las 10:48 h.¿Qué es la economía circular? La mayoría de los gallegos aún desconocen la definición del término. Solo un 17,9 % han respondido de forma afirmativa a la pregunta en la encuesta que acaba de realizar Sondaxe, un porcentaje todavía bajo, pero cinco puntos superior al del sondeo efectuado en diciembre del pasado año. Sin embargo, la respuesta a la pregunta es sencilla y la gran mayoría de los gallegos en realidad ya apuestan por la economía circular, aunque ignoren su definición, porque, en esencia, no es más que ofrecer una segunda vida a los residuos. O, lo que es lo mismo, la basura no es un desperdicio, sino que tiene un valor en sí mismo si somos capaces de reintroducirla en el ciclo productivo. Todo se reaprovecha, bien mediante la reutilización, el reciclaje, el compostaje o la valorización energética. Nada se tira, sino que regresa al círculo económico. Pero para que el sistema funcione es imprescindible la colaboración ciudadana. Todo empieza en el cubo de la basura, en la separación en origen que se hace en el hogar.
¿Y cómo es la respuesta de los gallegos ante este desafío? Positiva y con una tendencia creciente, pero con un amplio margen de mejora aún. Lo demuestra el hecho de que el 68,2 % de los hogares gallegos se recicla, un porcentaje dos puntos superior al resultado de la encuesta del pasado año, del 66,3 %. En la mayoría de las viviendas la separación de los desperdicios se hace en tres bolsas o cubos (37,8 5); mientras que en el 21, 8 % tienen cuatro; en el 18,9 %, dos; y en el 42, 5 % cinco o más.
Hay, sin embargo, aspectos a mejorar, ya que la población entre 25 y 34 años sigue siendo, paradójicamente, la menos concienciada, porque solo un 63,4 % se declaran recicladores, un porcentaje que solo es superado en negativo por los mayores de 65 años, con el 61,1 %. También hay diferencias entre provincias. En las viviendas de Lugo solo se selecciona adecuadamente el 61,7 % de los residuos, aunque es un porcentaje ocho puntos superior al año anterior. En A Coruña se sigue esta buena práctica ambiental en el 68,5 % de las casas; por el 69,4 % de las de Ourense y el 69,9 % de las de Pontevedra, los gallegos más concienciados.
Pero, ¿por qué no se clasifican adecuadamente los desperdicios? Por una amplia variedad de motivos, pero en la mayoría de ellos, el 11,9 %, se debe a que los ciudadanos dicen que ya depositan los residuos en un punto limpio; mientras que un 11,1 % asegura estar confuso sobre qué tirar en el contenedor amarillo. Solo un 3,4 % afirma que no lo hace porque le da perece y un 1,3 % porque le resulta engorroso.
Persisten las dudas sobre qué tirar en el contenedor amarillo
Los gallegos tienen cada vez más claro en qué contenedor deben depositar los residuos que clasifican en el hogar, con un porcentaje superior, por lo general, al de la encuesta anterior. Pero todavía persisten las dudas.
Botes, botellas o garrafas de plástico son algunos de los desperdicios que, en mayor medida, se separan en los domicilios y la gran mayoría de los encuestados acierta sobre en qué recipiente debe entregarlo. Así, el 86,1 %, frente al dato anterior del 84,2 %, los tira en el amarillo, tal y como se debe hacer. A este mismo contenedor también deben ir a parar las bolsas, envoltorios, filmes de plástico o tarrinas de yogur, una acción que ejecuta el 81,6 % de los encuestados por Sondaxe, 1,5 puntos superior al 2017.
Un amplio porcentaje de gallegos, el 81 %, por el 76,5 % del 2017, también ubica de forma correcta la colocación de bricks en el cubo amarillo, mientras que un 75,% -en este caso el porcentaje es inferior al del año anterior, del 75,6 %- hace lo propio con las latas de bebida. También baja el porcentaje de separación adecuada de las latas de conserva, del 74,5 % al 73,4 %; al igual que el de los tubos de pastas de dientes, del 67,2 % al 64,7 %.
Tampoco es favorable la evolución del depósito de bandejas o envoltorios de aluminio en el recipiente amarillo, ya que del 66 % baja al 63 %, y del de juguetes de plástico, con un 54,9 % en la actualidad frente al 59,9 % de hace un año.
Donde sigue existiendo mucha confusión es sobre en qué contenedor ubicar los tapones de plástico. Lo correcto es en el amarillo, pero solo un 39,4 % dice hacerlo, un porcentaje que está por debajo del 45 % que confesaba que sabía a dónde iba hace un año. La evolución en general es positiva, pero aún existe cierta confusión.
Galicia, para muchos, el mejor lugar para vivir
En una puntuación de cero sobre diez, los gallegos se dan una nota de 6,20, un poco mejor que los 6,18 del 2017, sobre el grado de información que tienen en relación a la separación de envases.
En cuanto a otras preguntas que se recogen en la encuesta, como es el caso de la consideración de Galicia como un lugar para vivir, un 34,4 % creen que es el mejor, una apreciación que baja en casi seis puntos con respecto al sondeo anterior. Un 57,7 % creen que es, a secas, un buen lugar para vivir y el resto no se pronuncia. En cuanto a las acciones que los gallegos consideran que hacen para proteger el medio ambiente, el 79,9 % dice que recicla, cinco puntos porcentuales más que en el sondeo del 2017. Un 13,7 % dice que no tira desperdicios en la calle.