
Ferrol cuenta con diez establecimientos que permiten la conexión a Internet por trescientas pesetas la hora Adolescentes en busca de amistad o un posible ligue a través de la red de redes, navegadores eventuales que ansían información en las miles de páginas «web» que existen en las nuevas autopistas de la información, niños y no tan niños que por unas horas participan en juegos en red... Estos, son algunos de los perfiles de la gente que acude a los cibers, unos locales llenos de ordenadores en los que por un módico precio, no más de trescientas pesetas, permiten una hora de conexión y la posibilidad de entrar en el universo de Internet.
07 ago 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Hace unos cuatro años los jóvenes acudían a las salas de juegos para divertirse mientras echaban una partida de futbolín o de tetris. Hoy las tornas han cambiado, los ordenadores y el mundo de las tecnologías también seducen a la juventud. Se ha pasado de los salones de recreativos a los ya populares cibers, unos establecimientos que se dedican a vender horas de conexión a Internet ofreciendo diversión y conocimiento. Buscar información en las páginas web, juegos, chatear _nombre con el que se conoce popularmente al IRC, siglas de Internet Relay Chat, un programa que permite escribirse en tiempo real y conversar con gente de todo el mundo a través de unos canales_ son algunos de los servicios que ofrecen los diez cibers que hay en Ferrol. A pesar de las múltiples actividades lo más demandado es el chat. Un servicio de moda pero a la vez uno de los programas que más engancha. Según Ana González, encargada del ciber Celt@net, «hay gente que se pasa más de cuatro horas e incluso seis». Conocer a nuevos amigos o incluso echarse algún que otro ligue son las razones que los usuarios del IRC destacan como motivo que los lleva a pasarse tantas horas delante de un ordenador. Marta Castro frecuenta desde hace un año y medio el ciber. Por semana reconoce que se puede pasar «cerca de tres horas al día chateando». A ella lo que le gusta es hablar con sus amigos, al igual que Iago, que empezó en esto por amigos y también «porque estaba de moda» dice este chico mientras contesta a las más de diez personas con las que está manteniendo una conversación. La rapidez a la hora de contestar es un factor clave que ha provocado que el programa tengo un lenguaje propio los smileys o emoticones, iconos con un gran significado. El asterisco * equivale a un beso :) a una sonrisa y así, una amplia gama. Unas cuantas horas con un experto pueden evitar a los inexpertos algún que otro malentendido en este mundillo.