El baile es su vida. No puede pensar en otra cosa y lo reconoce. Atraviesa por uno de los momentos más dulces sobre los escenarios con la compañía del ferrolano Jesús Quiroga
17 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Ana Belén Ferreiro lo siente así. Vive por y para el baile. Tanta pasión transmite que hasta te la comunica con los ojos, con las manos, con cada gesto que regala. Su arte lo dibuja en cada una de sus frases, que pronuncia con fervor. Reconoce que si le quitaran la danza, sería casi como arrancarle una parte de sí misma. Simplemente, no sabría qué hacer. El caso es que comenzó a moverse al ritmo de la música desde muy jovencita. Era todavía una niña. A los seis años ya imitaba en el salón de su casa las piruetas del genio Michael Jackson. Ése fue el germen. Ahora, Ana Belén Ferreiro, con 21 primaveras, es uno de los estandartes de la pujante compañía del reconocido bailarín ferrolano Jesús Quiroga. ¿Qué haría si le tocase la lotería? Adivinen. Pues simplemente se compraría el teatro Jofre. -¿Y tanta pasión por el baile, de dónde sale? -Va por dentro de uno, lo necesitas. -Dicen que esto del escenario es muy duro. ¿Cree que es así? -Desde luego, hay que trabajar mucho para sacar lo mejor que tienes. Te entregas, pero al final es tremendamente gratificante, profundamente espiritual. La danza, o la sientes o no. -¿No son malos tiempos para la danza? -No. La gente aprecia lo que haces. Eso se nota. Te encuentras a personas que no entiende de tecnicismos pero que dan mucho valor a lo que entregas sobre el escenario. Les llegas, y eso es lo mejor del mundo. -¿Tanta entrega y tanto ensayo no hace que se pierda otras cosas? -Para nada. Yo combino la danza con mis estudios de Publicidad y hasta tengo tiempo para estar con mis amigos. No veo que me esté perdiendo nada. -¿Y sobre eso de que la danza es algo elitista, qué tiene que decir? -Yo no lo creo. En las actuaciones te encuentras a gente de todo tipo y edad. Te puede venir a pedir un autógrafo desde una señora mayor hasta un chaval. -¿Le gusta que le pidan autógrafos? -Sí, sí. Es una sensación agradable. Ves que la gente se interesa por lo que para ti es una pasión, tu vida. -¿Se traevería a abolir el programa televisivo «Operación triunfo»? -Entiendo que las televisiones hagan esas cosas para ganar audiencia. No sé. Supongo que si los participantes lo hacen sólo por dinero no vale la pena. -¿Iría a un concierto de rock? -Claro. Precisamente el otro día estuve viendo a Extremoduro en el parque Reina Sofía y me encantaron. -Eso no le pega mucho a una bailarina ¿no cree? -Pues no sé el motivo. Me gusta todo tipo de música y los artistas que se entregan en un escenario. Una cosa no es incompatible con la otra. -¿Alguna manía antes de subirse a las tablas? -Normalmente nos cogemos todos de las manos y rezamos. Nada más. -¿Lo que menos soporta de la danza? -Como en cualquier otra cosa, el intrusismo profesional. Hay que buscar la profesionalización y la seriedad, como en todas las demás profesiones.