Las experiencias de ciudades como Santiago y Málaga avalan el éxito de los centros comerciales abiertos La unión del sector favorece la recuperación de los cascos históricos
24 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Santiago, Barcelona, Málaga, la madrileña calle Preciados... Todas tienen un denominador común: los comerciantes de sus cascos históricos decidieron unirse para poder competir con las grandes superficies, al igual que está sucediendo actualmente en Ferrol. Además de evitar lo que los expertos denominan gasto evadido, los llamados centros comerciales abiertos de estos lugares han supuesto para sus miembros un aumento de entre un 20 y un 25% de las ventas. Los técnicos de la consultora andaluza Auren, que se ha encargado de dar forma a la unión del sector en un gran número de ciudades sostienen que, sin el apoyo de los ayuntamientos, las posibilidades de que este tipo de fórmulas funcione es muy bajo. Frente al desaliento de los comerciantes de los barrios antiguos, los expertos recuerdan que las grandes superficies han imitado a los centros urbanos tradicionales, aunque cuentan con la ventaja de aunar la gestión de varios establecimientos en un espacio cerrado. «Nosotros tenemos que recuperar lo que teníamos y también mejorarlo», comentan desde Auren. Experiencia La experiencia de otras ciudades demuestra que la unión de los comerciantes y hosteleros no sólo redunda en mayores beneficios para los negocios asociados, sino que contribuye a la conservación de las zonas más antiguas. Además, evita la despoblación de esas áreas. En las primeras fases de este tipo de centros abiertos se promueven iniciativas comerciales y también dinamizadoras, como ferias y actividades en las calles. Todo ello, unido al apoyo de los ayuntamientos, mejorando servicios, como el alumbrado y los aparcamientos, contribuyen a atraer un mayor número de personas a la zona.