La séptima edición de Equiocio arranca con récord de participantes

A. Díaz Leal FERROL

FERROL

JOSÉ PARDO

Manuel Fraga vincula el crecimiento del certamen hípico al desarrollo de Ferrolterra Las competiciones deportivas empezaron por la mañana con los jinetes más jóvenes

07 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Con una visita relámpago del presidente de la Xunta, ayer por la tarde quedaba inaugurada la séptima edición de Equiocio, que bate récords de participación. Manuel Fraga recorrió a buen paso el pabellón de entrada del salón, acompañado por la conselleira de Familia, Xuventude, Deporte e Voluntariado, Pilar Rojo, Paloma Lago, los organizadores de la feria y las autoridades locales El alcalde de la ciudad, Juan Juncal, recordó en el acto de apertura la «relevancia nacional que ha ido adquiriendo este concurso desde sus primeras ediciones». Juncal felicitó a la organización por «acercar el mundo del caballo a un público cada vez más amplio». Manuel Fraga resaltó el buen momento que atraviesa la hípica en Galicia, y explicó que eventos como éste «demostran que Ferrol vai entrar nunha etapa de crecemento». Para el presidente de la Xunta, citas como la de la ciudad naval, la Copa del Mundo de Salto de Vigo y el concurso de saltos Cidade da Coruña, «están a situar a nosa comunidade como un referente nacional e internacional». Tras la marcha del presidente, las autoridades, junto con la organización y los invitados con más glamur -Paloma Lago y su novio, Álvaro Bultó- entraron en el pabellón número 1 para disfrutar de una de las series de salto. Desde la mañana Pero la actividad ya había comenzado por la mañana. A las diez abría sus puertas Equiocio, con las pruebas de promoción y ponis. Los jinetes más jóvenes calentaban con sus caballos en la pista de ensayo antes de salir a competir. En las carpas preparadas para acoger a los animales, y en los boxes del pabellón número 5, ayer por la mañana sólo se veían adolescentes, niños y a sus padres y entrenadores. También madrugaron las monitoras de hipoterapia de la Granja Escuela Belelle, Gloria Evia y Ana Suárez, que desde las diez y media atendían a los alumnos del centro Carmen Polo, los niños de la Asociación Pais e Nais de Nenos con Minusvalía (Aspanemi), y de Aspanaes.