Entrevista | Carmen Chacón Sus «fotografías intervenidas por ordenador» se expondrán al público a partir del viernes en el Torrente, en las salas del antiguo Hospital de Caridad
23 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.?a exposición lleva por título Sin ellas , expresión con la que la autora quiere aludir «a la conducta del ser humano». Y más concretamente «a la postergación de la mujer a lo largo de la historia», que la ha dejado al margen, dice, «de la toma de decisiones». -Desde el punto de vista visual, ¿qué se va a encontrar el público en esta exposición? -Fotografías intervenidas informáticamente, en las que aparecen desde paisajes y situaciones que esperaríamos que fuesen imposibles, como por ejemplo la elevación del nivel del mar que conlleva la inundación de las ciudades, hasta la irrupción invasiva de restos vegetales arrancados de los lugares en los que tendrían que estar. -O sea, que... -En primer lugar, son imágenes que pretenden llevar al espectador a reflexionar sobre el hecho de que las mujeres hubiesen tenido otro papel a lo largo de la historia, y hubiesen podido intervenir en decisiones que requerirían sentido común, la situación que vivimos hoy sería otra. Porque la verdad es que la mujer posee un instinto de conservación muy diferente al del hombre, un institinto que en él está mucho más mermardo. Y después hay otro apartado de la exposición, el que lleva por subtítulo Extinción -al anterior lo he llamado Retornos - que es un trabajo sobre los arquetipos. -Y ahí, ¿qué hay? -En este hay una serie de telas blancas que nos hacen reflexionar sobre la fugacidad de la vida. Esas telas son como sudarios, e invitan a pensar en quién estuvo bajo ellos, en qué quedó impregnado bajo esas telas. -En la muestra, en la que inaugura el viernes, también hay una instalación. -Sí. Una instalación en la que están impresos poemas de Berta Dávila que hablan de lo que se extingue: el amor, el deseo... -Usted ya había expuesto anteriormente en el Centro Cultural Torrente Ballester. -Es la tercera vez que expongo en el Centro Cultural Torrente Ballester, y a partir de esta muestra ya habré mostrado mi obra en todos sus espacios, tanto en lo que hoy está ocupado por el museo como en sus otras salas. Allí he hecho una retrospectiva, he expuesto otras instalaciones... Y ahora esto. -¿Qué papel desempeña hoy el Centro Torrente Ballester en el ámbito de las artes plásticas de Galicia? -El Torrente, por su infraestructura, puede llegar a ser el tercer espacio expositivo de Galicia, tras el CGAC de Santiago de Compostela y el Marco de Vigo. Pero para ello es necesario dotarlo de presupuesto y crear las condiciones necesarias para hacer de él un verdadero centro de arte contemporáneo, que es lo que se merece la ciudad. -¿Qué echa de menos? -Una línea dirigida al arte de primer nivel. En la ciudad ya hay otros espacios que pueden destinarse a atender otras necesidades expositivas, que la ciudad también requiere por el gran número de aficionados a la pintura que hay en Ferrol. No podemos olvidar que en el Torrente tenemos unas posibilidades, como así se ha demostrado en anteriores ocasiones, que lo convierten en un marco ideal para el arte contemporáneo. Y eso es algo que esta ciudad no se puede permitir el lujo de desperdiciar. Entre otras cosas, porque muchos ciudadanos lo demandan. Una parte del edificio puede dedicarse a museo para obras de artistas ya consagrados, pero también es cierto que ese mismo museo, el Bello Piñeiro, también podría estar en cualquier otro de los edificios singulares que la ciudad posee, dándole la categoría que se merece. -Por tanto, usted sería partidaria de... -De dejar el Centro Torrente Ballester para el arte contemporáneo, de manera que sus instalaciones pudieron competir al máximo nivel con otras instalaciones semejantes de todo el país, tanto en cuanto a programación como lo que atañe a contenidos de calidad.