ESTANQUERA
07 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.?na Leal Sanz (Ferrol, 1964) regenta el estanco del número 30 de la calle de la Iglesia desde hace algo más de doce años. Heredó establecimiento y oficio de su padre, que también ejerció de estanquero desde 1974, aunque en aquel momento el quiosco en el que vendía se encontraba en pleno Cantón. -Sí, se ha notado. Han bajado. Pero también influyen otros factores, como las máquinas de los bares. Ahora la mayoría no se abastecen en el estanco, sino que es la propia empresa que pone la máquina les que suministra el tabaco. Eso sí que ha repercutido mucho negativamente. -¿Es usted de esas comerciantes que conocen a todos sus clientes? -Cada vez menos, la verdad. Se está perdiendo la costumbre de venir siempre al mismo estanco. La falta de tiempo manda cada vez más. Además tampoco tenemos un perfil claro de cliente. Viene gente de todo tipo. -¿Trabaja mucho los puros? -Sí. Tenemos a la venta hasta 160 tipos distintos de puros. Hablo de 160 referencias distintas, no de marcas. Dicho de otro modo, dentro de los Cohíbas, que es una marca, hay muchas referencias diferentes, distintos tamaños... -¿Continúan mandando los habanos? -Sí, pero se está diversificando mucho el mercado. En Canarias, Nicaragua, República Dominicana... también están poniendo mucho empeño en hacer productos de calidad. -¿Cuál es el puro más caro que tiene a la venta? -Un Montecristo que cuesta 24,15 euros. -¿El mercado de los puros se mantiene o también baja? -En el caso de los puros estamos vendiendo más. Aumenta la compra de este producto, sobre todo los de gama alta. -¿A qué cree usted que se se debe esta tendencia? -Yo creo que hay bastante gente, sobre todo hombres de mediana edad, que se deciden a dejar el tabaco y, a cambio, se pasan a los puros, para fumarse uno al día.