El gobierno municipal de Pontedeume ha solucionado ya una de las problemáticas surgidas con los trabajadores del Concello en los últimos meses. El pasado febrero, la USTG, con participación en el comité de empresa, denunció a Inspección de Trabajo la situación de los operarios de recogida de basura del Ayuntamiento. La falta de personal obliga a repartir tres técnicos de limpieza en dos camiones, cuando la central reclamaba que en cada convoy deberían ir, al menos, dos operadores. Ese era, a juicio del sindicato, una causa de posibles accidentes laborales.
Tras la inspección realizada por la Magistratura de Trabajo, este departamento obligó al Concello a presentar un plan de seguridad laboral y a alternar, mientras no se contratase el personal necesario para cubrir las plazas óptimas en la recogida de basura, los servicios de los operarios actuales mediante turnos con los que se mitigase el nivel de agotamiento de los trabajadores.
El concejal de Servicios, Javier Crespo (PP), explicó ayer que el plan ya fue elaborado y presentado ante la Magistratura de Trabajo, y que en estos momentos se encuentra planificando la renovación de vestimentas y materiales que no se ajusten a la normativa de seguridad.
La aplicación de esas nuevas normas costará unos 6.600 euros al Concello, e incluirá servicios de formación para los trabajadores con la finalidad de prevenir la siniestralidad laboral.
Según el edil, «la seguridad de los trabajadores es lo más importante ahora», y consideró que el plan elaborado bajo el mandato de la instancia superior en materia laboral debería haberse redactado antes para estar ya en funcionamiento.
La Relación de Puestos de Trabajo del Concello contempla la convocatoria de nuevas plazas para el servicio de limpieza, que pasará a contar con una plantilla de 5 limpiadores.