El Ayuntamiento de Miño inaugura hoy, a partir de las 17 horas, la plaza del Parchís, un moderno espacio con un tablero gigante en su parte central en el que los más pequeños podrán practicar este juego. Cuatro equipos defenderán hoy cada color en la primera partida que acogerá la innovadora plazoleta. Un botón permitirá accionar un dado que desde el interior de una urna de cristal decidirá la suerte de los jugadores. La partida en vivo de parchís dará paso a un espectáculo de música cubana, y el acto concluirá con un pasacalles.
La obra se enmarca en el decidido impulso que, alentado desde la corporación municipal, pretende convertir Miño en «un referente para los núcleos de 5.000 habitantes de Galicia», en palabras del alcalde, Juan Antonio Maceiras Barros. Ya que el presupuesto municipal destinado a obras públicas, cinco millones de euros, supone, en palabras del primer edil, «un esfuerzo fiscal superior al que realizan muchos ayuntamientos de Galicia de 50.000 habitantes». Los vívidos colores de las losas de la nueva plaza, en rojo, verde, azul y amarillo, están en consonancia con las aceras de las calles de A Barrosa, A Carreira y Raxel, y forman parte de un gran proyecto que, según Maceiras, pretende «convertir el centro urbano en una gran área comercial abierta».
La plaza recubre el nuevo párking subterráneo, con cien plazas, que subsanará la carencia de aparcamiento en las calles del centro, recientemente franqueadas con pivotes. Una barandilla, con vistas a la playa, abraza el conjunto, y dos balcones posibilitan ver el aparcamiento. Varias esculturas, de motivos marineros, árboles y bancos, y varios toldos completan el diseño de la plazuela, así como una caseta. Y, en uno de los laterales, un logotipo realizado en metal, anuncia orgulloso el nombre de Miño.
El Ayuntamiento está estudiando instalar un sofisticado sistema de videovigilancia ante las actividades vandálicas que la plaza ha sufrido. Antes incluso de su apertura, varios gamberros aprovecharon la noche para arrancar algunas de las enormes fichas del parchís que conforman el tablero gigante. «Estamos pensando instalar vigilancia permanente en la plaza», afirma el alcalde, «pero antes tenemos que solicitar los permisos pertinentes», concluye.
Tras la plaza, el Ayuntamiento prevé iniciar las reformas en el tramo del cruce de bajada a la playa, donde se construirán dos rotondas para regular el tráfico. «Se trabajará en el acondicionamiento de la entrada y la salida a partir del verano», apunta Juan Herva, asesor de urbanismo y obras.
División de opiniones
Los vecinos están divididos ante el diseño del recinto. Para algunos, la plaza ofrece un aspecto «un pouco hortera, parece que marea tanto colorín» y temen que se convierta «en zona de botellón». Para otros, la plaza «es muy bonita, va a quedar muy moderna y a ser un lugar ideal para pasear», y no creen que genere ese tipo de problemas al ser «muy céntrica».