Antonio Cañizares se despide de Toledo pidiendo perdón por los errores que haya podido cometer
FERROL
El cardenal Antonio Cañizares se despidió ayer en la misa del Corpus Christi de los sacerdotes de la diócesis de Toledo y de las principales autoridades de Castilla-La Mancha, y ha pedido perdón a los fieles por los errores que haya podido cometer en el pasado.
«Os llevo a todos tan dentro de mi corazón que es para mí un desgarrón el dejaros, aunque no os dejo», ha dicho Cañizares, prefecto de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que se despide estos días de la diócesis de Toledo con motivo de las fiestas del Corpus antes de ser sustituido por Braulio Rodríguez, que tomará posesión el 21 de junio.
El cardenal, que ha terminado la homilía entre aplausos, ha dado las gracias a todos por estos años «muy intensos y gozosos, en los que tampoco ha faltado la cruz» y ha pedido perdón por todo lo que le tenga que ser perdonado, «que sin duda será mucho».
«Siempre estaremos unidos», ha reiterado en su mensaje Cañizares, que ha expresado: «a todos os he querido y os quiero entrañablemente, como amigos, como hermanos, a todos me gustaría abrazarme».
Al comienzo de la ceremonia, el cardenal ha recibido de manos del obispo auxiliar de Toledo, Carmelo Borobia, una mitra, «símbolo del desposorio del obispo con su diócesis», mientras que Cañizares ha devuelto a la catedral el báculo que le fue regalado el año pasado.