Vecinos del rural exigen el arreglo de deficiencias en el vial a Caneliñas

FERROL

27 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Vecinos de las parroquias de Mandiá, Doniños y Esmelle exigen que se subsanen las deficiencias que arrastra la construcción de la carretera al puerto exterior a Caneliñas, obra que finalizó en abril del 2009. Casi un año después del remate de los trabajos, estas asociaciones de la zona rural de Ferrol denuncian el mal estado de los taludes, las continuas escorrentías que llenan de tierra los ríos, y el retraso en el pago de las expropiaciones.

El Concello no es ajeno a esta situación, ni tampoco los partidos políticos que, en el caso de PP e IF, presentaron en el pleno del pasado jueves sendas mociones, que fueron aprobadas por unanimidad, para instar a Fomento a que zanje estos problemas.

Desde principios del 2008, informó el concejal de Urbanismo, Ángel Mato, el Concello ha elaborado hasta siete informes dirigidos al Ministerio de Fomento, promotor de las obras, por deficiencias y problemas surgidos a raíz de los trabajos de construcción. El primero de esos escritos salió del palacio municipal en dirección Madrid en febrero del 2008 y el último en octubre del pasado año. Estos hacían referencia a la existencia de daños e inundaciones.

Una de las cuestiones que más preocupa a los vecinos -así lo reflejó el PP en una moción- es el arrastre de tierra a los ríos con motivo de las escorrentías. Esto provoca que la arena se acumule en los cauces, y se provoquen desbordamientos de agua. Más delicada es la situación que afecta a la laguna de Doniños, adonde, según los vecinos, llegan lodos procedentes de las aguas sin encauzar. Los populares lograron el apoyo unánime de la corporación ferrolana para trasladar esta alerta a los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, además de a Costas y Xunta. Ángel Mato explicó que el Gobierno central tiene ahora en supervisión un proyecto para poner coto a esas escorrentías.

Sin embargo, las quejas de los vecinos van más allá. En el caso de Mandiá, los expropiados por Fomento para levantar la carretera al Puerto aún no han podido cobrar las indemnizaciones. ¿Por qué? Porque se encuentran afectados por una concentración parcelaria, que empezó en 1985, y que todavía está sin finalizar. «Sin títulos de propiedades, no podemos recibir el dinero de las expropiaciones», comenta José Manuel Suárez Sabín, presidente de la asociación de vecinos de Mandiá.

También se quejan del mal estado de los taludes, que están llenos de maleza y eucaliptos, y en algunos tramos faltan verjas que impidan el paso de animales al vial.