Los riesgos son elevados. Es la primera advertencia de los especialistas a los pacientes que desean someterse a una cirugía reductora de estómago. Y la parte trágica de las estadísticas médicas se cumplió en la madrugada de ayer con el fallecimiento del empresario nedense Manuel Nicasio González Barros, de 29 años de edad.
Había acudido a la clínica San Francisco de León para ponerse en las manos de una «eminencia» de la cirugía laparoscópica -así lo definieron ayer fuentes consultadas en la ciudad castellana-, el doctor José Luis de la Cruz. Entró en el quirófano a media tarde del miércoles y fue en la madrugada de ayer cuando se detectaron, ya en su habitación, las complicaciones que le costarían la vida. Al parecer, pudo haber sufrido una trombosis en el posoperatorio.
González Barros era el hijo de una familia de panaderos muy conocida en Neda. Actualmente se encargaba de la empresa, en la que se engloba la panadería La Nueva, de Neda, y que incorporó recientemente los establecimientos Valencia y Stolen de Ferrol. Precisamente por su notoriedad en el sector, Manuel había sido nombrado como el representante de la empresa familiar en la lista de personas que apoyan la candidatura del ex alcalde de Narón, Xoán Gato, a la presidencia de la Cámara de Comercio ferrolana.
El traslado
Una representación de su familia se desplazó ayer a León para hacerse cargo del cuerpo, que esperaba a ser trasladado ayer a Ferrol, en donde sus restos serían velados en el tanatorio San Lorenzo de Catabois.
Fuentes consultadas en el círculo cercano al doctor De la Cruz destacaron que, pese a la alta mortalidad que se registraba en este tipo de operaciones, solo contaba con una muerte en su largo historial, y que se trataba de uno de los mejores especialistas a nivel mundial, por lo que había sido requerido para practicar intervenciones en países como Estados Unidos o México.
Pese a todo, la familia requirió ayer los servicios de un abogado para asesorarse sobre el procedimiento a seguir en este caso. No obstante, a última hora de ayer, los juzgados de León no registraban ningún tipo de denuncia sobre el caso.
La Asociación El Defensor del Paciente (Adepa) elevó a 28 el número de muertos en hospitales españoles por estas causas en el año 2003. Son cifras canalizadas a través de los abogados de esa entidad, que ya entonces alertaba del alto riesgo de someterse a una operación de reducción de estómago. De esos casos, una quincena se produjo en Andalucía, nueve en Madrid, tres en la Comunidad Valenciana y uno en Cantabria. Las alarmas saltaron en el 2004, año en el que el Ministerio de Sanidad abrió una investigación para determinar las causas de esas muertes.
El último caso que trascendió públicamente se registró en Barcelona en enero del 2008. Entonces, era una joven de 19 años con obesidad mórbida la que perecía en la clínica Cima de la ciudad condal a causa de una hemorragia interna.
Tanto desde el Concello de Neda como desde la candidatura que formaba a la presidencia de la Cámara mostraron ayer su pesar por el fallecimiento de Manuel, cuyos restos partieron de León en torno a las diez de la noche de ayer y se esperaba su llegada a Catabois de madrugada.