Una menos cuarto de la tarde en el casco histórico eumés. Cerca de veinte personas se arremolinan en torno a un escaparate y, de repente, en el medio aparece una actriz caracterizada de bruja que grita: «Acérquense que está a punto de comenzar un espectáculo retransmitido desde aquí, desde Pontedeume». Su micrófono es una pequeña escoba de madera. Entre el público brotan las risas. Un segundo de respiro y comienza la cuenta atrás. Se levanta el telón en el escaparate de la Zapatería Camino. Lo hace solo a medias para dejar a la vista seis piernas desnudas solo provistas de calzado. Interpretan una coreografía al ritmo de la música. Vecinos y visitantes aplauden la función que dura aproximadamente cinco minutos. Se cierra el telón y la compañía de Chévere de Santiago ya buscan otro establecimiento donde atraer la mirada de los viandantes, de los turistas que transitan por el casco histórico eumés. Ofrecerán su interpretación artística hasta las nueve de la noche. Han sido contratados por la Unión de Comerciantes Autónomos Eumeses (UCOA) para tratar de captar nuevos clientes en estos tiempos complicados para los negocios, en momentos de crisis económica. De hecho, la presidenta de la entidad, Chus Grandal, integraba ayer el corrillo de personas que disfrutaban en la calle con el buen hacer de los actores, buscaba un sitio en primera línea desde donde presenciar las actuaciones. «Es una manera de que la gente se pare y vea los escaparates. Se lo propusieron a la anterior presidenta de la entidad y nos pareció una gran idea», explicaba Grandal.
El cantaor granadino eligió Ferrol como el único destino gallego dentro de la gira que ha iniciado recientemente y que lo ha llevado por prácticamente toda la geografía nacional. Ayer ofreció un recital con la intensidad que suele relucir en sus actuaciones y que lo ha llevado a convertirse en una estrella consagrada. De hecho, el artista flamenco es considerado uno de los cantantes más puros de este género musical, pero, a la vez, ha presentado trabajos que han roto con las concepciones clásicas, más consolidadas. Buena prueba de ello es su disco El Pequeño reloj, que presentó hace cinco años y en el que exploraba el poder del tiempo dentro del arte. Creaciones como esta le valieron el reconocimiento del mundo de la cultura. Un año más tarde recibiría una de las condecoraciones más prestigiosas en este campo, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Además, ha colaborado con grupos como Los Planetas. Su último trabajo vuelve a las raíces. Morente derrocha pasión sobre el escenario y siempre se ha adaptado mejor a espacios recogidos como el del teatro ferrolano, donde siente el calor del público.