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Una pareja de Narón rescata La Concha de caer en el olvido

Luís A. Núñez NARÓN/LA VOZ.

FERROL

La mítica sala de fiestas de los setenta recuperará las cenas con espectáculo

18 ago 2010 . Actualizado a las 11:12 h.

A mediados del año pasado, los propietarios de la mítica sala de fiestas La Concha, de O Val, colgaban el cartel de Se Vende al inmueble. La cosa no pintaba bien para el sector y la discoteca, famosa por sus actuaciones en la década de los setenta, parecía venirse abajo. Pero lo que los herederos de los fundadores originales consideraban una losa en plena crisis económica, otros lo vieron como una oportunidad.

Los que acudieron al rescate fueron María Jesús, Susi, Martínez y Martín Espiñeira, una pareja joven de Narón pero con amplia experiencia en la organización de bodas y otros saraos. Ambos gestionan desde hace cinco años el restaurante La Torilla de Serantes. No obstante, cuenta Susi, «en octubre se nos acaba el contrato» de arrendamiento del local y «vimos que se vendía esto». Negociaron con los antiguos propietarios y se hicieron con la mítica sala, en la que ahora piensan «hacer nuestro futuro».

«Martín lleva desde los 19 años trabajando en esto», señala Susi. Ahora supera la treintena y tiene una dilatada experiencia, sobre todo, en lo que a la regla de las tres bes se refiere (bodas, banquetes y bautizos). Incluidos los trece últimos años en La Torilla, en donde le acompaña su pareja desde hace un lustro.

Para La Concha, que prevén abrir el 4 de diciembre de manera oficial, tienen otros planes. En lugar de ceñirse únicamente a la celebración de bodas, Susi argumenta que «aquí se puede hacer de todo» y ya avanza que, a mayores de los banquetes, ofrecerán cenas con espectáculos musicales. El primero, el día de la apertura.

La pareja sueña con rescatar el esplendor que tuvo antaño la sala de O Val, a la que llegaron a acudir autocares llenos desde todos los puntos de Galicia para presenciar las actuaciones de los artistas que pasaron por su escenario. Pero saben que eso requiere un duro trabajo.

De momento, se centran en reformar el local, de más de 1.500 metros cuadrados de superficie útil para la instalación de mesas y bailes. De hecho, el aforo supera el medio millar de personas en banquetes y ronda las dos mil si se usa solo como discoteca. Pues los nuevos propietarios de La Concha tratarán también de organizar fiestas de Fin de Año y otras fechas señaladas.

Además, en la reforma han incluido un ascensor acristalado para facilitar la accesibilidad a la primera planta del comedor y están adecuando un amplio jardín trasero en el que organizar recepciones o servir los entrantes de una boda al aire libre.

Sin duda, estos jóvenes están cumpliendo el sueño de los nostálgicos al rescatar del olvido esta sala, que tiene más de cincuenta años de historia a sus espaldas, como un referente en el circuito de la diversión gallega.