Hoy arranca el Abierto de Estados Unidos más igualado de los últimos años. Es el único grande que se le resiste al número uno mundial Rafael Nadal y en el que Federer y Djokovic seguirán con la lucha por finalizar como número dos del mundo a final de temporada.
Y es que el US Open es, por excelencia, el torneo maldito para el tenis español. Desde la primera edición celebrada en el año 1881, solo tres representantes de la armada consiguieron jugar la final de este grande: las victorias de Manolo Santana (año 1965) sobre el serbio Cliff Drysdale y de Manolo Orantes (1975) ante el legendario Jimmy Connors, y el subcampeonato logrado por Juan Carlos Ferrero (2003) en una final que acabó ganando el local Andy Roddick en tres sets.
Nadal ha competido en la cita de de Nueva York en siete ediciones. En las dos últimas (2008 y 2009) consiguió su mejor resultado (semifinales) y en el 2006 llegó a cuartos. El resto son derrotas en las primeras rondas. Su parcial en Flushing Meadows es de 21-7, lejos del 25-5 de Australia, del 29-4 de Wimbledon y del 38-1 en Roland Garrós, su competición talismán.
Por historia, el gran favorito al triunfo final es el suizo Roger Federer, ganador del US Open en cinco ocasiones, desde el año 2004 al 2008 de forma ininterrumpida. Además, en la última edición fue finalista, cayendo en la lucha por el torneo con el argentino Del Potro, el último campeón. El número 2 mundial tiene un balance de 51 victorias por solo 5 derrotas en esta competición (91,07 por ciento). Es el mismo porcentaje de triunfos que en Wimbledon, torneo que ganó en seis ocasiones. Roger Federer será uno de los primeros en debutar, puesto que lo hará no antes de la una de la tarde de hoy ante el argentino Brian Dabul.
El suizo está manteniendo una apasionante lucha por el número dos del ránking mundial de la ATP con Novak Djokovic. El serbio está a solo 600 puntos de volver a superar a Federer, pero para recortarle puntos debe alcanzar la final, o bien que el suizo no supere las semifinales.