El «catedrático de la retranca», decano de los periodistas

b. antón FERROL /LA VOZ

FERROL

El caricaturista y guionista ferrolano se mostró «enormemente feliz» tras su nombramiento

07 feb 2011 . Actualizado a las 13:13 h.

Como a Ana María Matute tras recibir el Premio Cervantes, a Siro López (Ferrol, 1943) se le veía ayer feliz, «enormemente feliz». Poco antes de las dos y media de la tarde, en el vestíbulo del Hotel Almirante, el caricaturista y guionista ferrolano esperaba impaciente a que diese comienzo la comida organizada por el Club de Prensa para nombrarlo decano de los periodistas ferrolanos. «Síntome moi honrado, porque isto de ser decano é por méritos e eu teño o mérito de ser o máis vello, e ese eche un mérito ben importante, porque a vellez non se improvisa e chegar a vello leva o seu tempo», comentaba echando mano de su fino humor poco antes de enfilar las escaleras hacia el comedor.

Una vez ya arriba, parapetado en el atril tras recibir su diploma de decano, Siro pronunció un discurso en el que volvió a brillar su espíritu retranqueiro. El humorista recordó que su vida comenzó gracias a que sus padres incurrieron en «unha frivolité conxugal»; que ya a los ocho meses dejó a cuadros al cura que lo iba a bautizar escupiendo la sal que le puso en la boca con un contundente «no guta»; y que, años más tarde, trabajando de delineante en Bazán, descubrió su talento para el dibujo al imaginarse en caricatura «a un compañeiro pequeniño, gordo e con tirantes que se chamaba Luis Picos», pero al que todos llamaban Luis Piquinglis por «ser o traductor de inglés».

El «catedrático de la retranca» -como en su día lo bautizó Santiago Rey, presidente de La Voz- también buceó en la memoria para recordar su primera exposición, así como la primera crítica que recibió su trabajo, que curiosamente firmó la persona a la que ahora sucede en el cargo: «o inesquecible xornalista Mario Couceiro».

Y para finalizar, como no podía ser de otra forma, Siro apostó de nuevo por la sonrisa. «Eu non podo beber viño, pero pídovos que bebades no meu nome por Ferrol, pola amizade, polo bo humor... E incluso polo xornalismo».

Cuarenta años de profesión

Siro López comenzó su carrera en 1969, cuando sus dibujos vieron por primera vez la luz en la revista Chan, que dirigía Borobó. Ha colaborado con publicaciones como Teima, Grial o Encrucillada y, desde 1984, formó parte de la redacción de La Voz. Actualmente, es guionista del programa «Corre Carmela que Chove», de V Televisión.