La chamba, chambo y chambón

Guillermo Ferrández

FERROL

Las palabras de la tribu. Participa en la nueva sección de La Voz a través del correo ferrolweb@lavoz.es

17 oct 2011 . Actualizado a las 12:36 h.

Cómo nos gusta la ?Ch? a los ferrolanos. Nos encanta su sonido, lo utilizamos en muchísimas palabras (Cholo, Chelo, Chilo, Chalo y Chula). El sonido parece caer del cielo, como si chapoteara en el agua al caer. Es una gota de sonido en un charco de la Magdalena, ¡chop! En Ferrol la chamba se tenía. Se decía de alguien que sin jugar bien ganaba, que tenía chamba, el que marcaba un gol de casualidad lo había hecho de chamba, los chambones hacían buenas jugadas de pura chiripa. Pero en realidad el chambón solía ser un tipo torpe y poco hábil, lo que hacía bien en la vida lo hacía de chamba. Acertó de chamba, decíamos. Es sinónimo de chiripa y chorra, también con ?Ch?, y no son palabras exclusivas de Ferrol sino que su uso está extendido por la Rioja, Navarra y Asturias. Al acierto casual de un chambón le llamamos chambonada, las chambonadas no son bien vistas en el mundo del juego, atentan contra la lógica racional de la forma de ser del ferrolano. También en Méjico se usa la palabra chambón con el significado de trabajo y suerte. No está mal si pensamos que, hoy en día, para tener trabajo hay que tener mucha suerte. Otra cosa muy distinta es El Chambo o El Chambón, su uso tiene un ámbito más restringido, limitado a Galicia, y dentro de Galicia, Ferrol se lleva la palma, por el uso tan particular del vocablo. Parece que procede del gallego chambar, del francés chambier, y ambos del latín cambiare, con el significado de cambio o trueque. Literalmente significaba cambiar granos y semillas por otros artículos. En Ferrol el chambón era la persona que compraba y vendía muebles usados. Tuvieron su época y su importancia, en nuestra ciudad llegó a haber más de diez chambones de prestigio, repartidos por el barrio de la Magdalena. No es de extrañar, en una ciudad de tanto trasiego era normal la venta de los enseres antes de acometer un nuevo destino. Ahora por desgracia han desaparecido, pero yo siempre me acordaré de aquellas postales escritas por emigrantes desde Cuba o Venezuela, que se podían encontrar en los chambones, mezcladas entre cajones de muebles, como si fuesen sentimientos que se hubiesen convertido en cosas.

las palabras de la tribu el habla ferrolana