El exdiputado del PP asegura haber presentado «documentos» que prueban su «inocencia». El abogado del empresario eumés se mostró confiado en que el expediente se reduzca a cuestiones administrativas. El juez mantiene su imputación.
09 dic 2011 . Actualizado a las 19:45 h.El exparlamentario del PP, Javier Escribano, y el empresario eumés, Fermín Duarte, han declarado esta mañana ante el magistrado Morán Llordén en los juzgados de Ferrol en el marco del caso Arena, por el que se les imputa supuestos delitos de tráfico de influencias y cohecho. Tras la vista, en la que ambos negaron los hechos, el juez ha mantenido su imputación en el caso, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Escribano fue interrogado durante tres horas y media. A su salida de la sala, el exdiputado solo indicó a los medios que está «muy satisfecho» por haber podido declarar y asegura haber presentado «documentos» que prueban su «inocencia en este asunto». Las investigaciones de la policía dicen que Duarte regaló un Porsche modelo Boxter a Escribano a cambio de que este hiciese gestiones en la Xunta para acelerar la comercialización de áridos asfálticos importados de Holanda, una operación a la que estaba poniendo dificultades la Consellería de Medio Ambiente.
También ha denunciado que se «ha hecho utilización política» del asunto. El juez le tomó declaración durante tres horas y media, hasta las 13:30. A su salida, el abogado de Escribano pidió el archivo de la causa.
Los mismo hizo el letrado del empresario eumés, Fermín Duarte, que igualmente pidió el archivo de la causa y se mostró confiado en que el expediente se reduzca a cuestiones administrativas.
La declaración del propietario de la empresa de áridos Manmer, apenas duró una hora y tras ella, Duarte se limitó a declararse «indignado» por su imputación.
Además del estudio de la documentación aportada, aún quedan pendientes de realizar algunas diligencias de investigación.
Escribano, el primero en declarar, llegó al Juzgado de Instrucción número 3 casi media hora antes, sonriente y con aspecto nervioso; Duarte, muy serio, apenas con diez minutos de antelación.