
Llega la noche de fin de año y muchos optan por ir alguna sala de fiestas o restaurante, pero cada vez son más los que se quedan en casa para celebrar la llegada del nuevo año con familiares y amigos. El restaurante O Parrulo, uno de los grandes referentes de la cocina tradicional gallega, cierra en estas fechas, pero su fundador José Martínez Vidal O Parrulo se presta a proponernos un menú casero.
«Podemos empezar -nos dice- con algo de marisco, como pueden ser unas almejas y después, lo más asequible y también sabroso, es un rape en salsa, con guisantes y patatas panadera. También es muy tradicional el besugo al horno o a la espalda, pero esto se está perdiendo, porque cada vez es más difícil encontrarlo. Si alguien quiere carne, les recomiendo nuestra ternera gallega, que se puede preparar de numerosas formas; la caza, ya que estamos en la época; o el cordero. De postre nada mejor que un arroz con leche».
Más familiares
Desde luego echa de menos aquel tiempo en que las fiestas eran más familiares, «la cena era lo más importante, todo lo contrario que ahora en que se come cualquier cosa y después se sale de parranda», apunta este maestro de los fogones.
Parrulo recuerda sus fines de año en Irixoa y nos dice que, hace más de medio siglo, los reyes de la mesa eran el cerdo y el pollo «hoy cambiaron los tiempos y se le da menos importancia a la comida, pero entonces un guiso de costilla de cerdo y un pollo de corral, eran auténticos manjares. Además tomábamos vino, que era solamente para las ocasiones especiales. Hambre no pasábamos, pero si faltaban muchas cosas».