Los últimos presidentes del comité de Navantia analizan el sector
05 feb 2012 . Actualizado a las 07:09 h.«Cuando esta empresa tiene un resfriado, la comarca tiene una pulmonía». Y Navantia, más que un catarro, está camino de la uci, extendiendo una ola de preocupación en toda Ferrolterra. El que apela al símil es José Matesanz, quien ostentó la máxima portavocía de los trabajadores de la antigua Bazán durante un lustro hasta el 2002. Coincide con sus dos compañeros de CC.?OO. que le sucedieron en los últimos años al frente del comité de empresa en que la situación actual del sector naval en la comarca es la más complicada de la historia. Aunque los tres aportan sus matices.
Matesanz recuerda que cuando asumió la presidencia del comité, el astillero ferrolano también se había quedado sin carga de trabajo y se enfrentaba a lo que entonces se calificó como el bienio negro. «Era una situación muy similar a esta, aunque hay diferencias que agravan la de hoy. Estábamos a la espera de la orden de ejecución de las fragatas F-100, que se había retrasado mucho en el tiempo. Debido a esa demora, aún aprobándose, teníamos dos años por delante de vacío total hasta que se cortase la chapa para el primer barco», recuerda. Entonces, como ahora, los trabajadores llevaban a cabo movilizaciones para denunciar la situación y reclamar la contratación de las F-100, cuando planearon llevar las protestas a Santiago. Fijaron la fecha más de un mes antes y después se enteraron de que esa misma jornada habría un acto de la Casa Real y del Gobierno en Compostela. Madrid intentó que los trabajadores variasen la fecha, pero ante la negativa, «después nos llamaron y nos confirmaron que ese día se firmaba la orden de ejecución de las fragatas», rememora José Matesanz. Insiste en que, pese a la gravedad de la situación que vivieron entonces, la de hoy es peor, «ya de aquella había un programa de construcción al que agarrarse, porque lo necesitaba la Armada española, pero ahora no, y la situación económica actual es tremenda, solo comparable con la del 29».
Izar y Navantia
A Ramiro González, quien sucedió a Matesanz, también le tocó vivir momentos cruciales como máximo portavoz de los trabajadores, como la fusión de los astilleros en Izar o la última reconversión. Considera que en el 2004, con la quiebra técnica de las factorías y la UE exigiendo a la compañía que devolviese 1.200 millones de euros en ayudas ilegales, la gravedad del momento era similar a la actual, aunque subraya que la solución a la crisis es hoy más difícil. «La carga de trabajo se agotará a mediados de este año y entonces la situación será crítica. Además, las políticas con las que vamos a tener que afrontar la salida son mucho más complejas y vamos a tener que realizar más esfuerzos», afirma. González cree que «se ha apoderado de las personas un sentimiento de miedo y resignación que lleva a pensar que los Gobiernos no pueden hacer nada y la realidad es que pueden hacer muchas cosas con carácter urgente», subraya. Apuesta por las movilizaciones que traspasen el ámbito de las murallas de la antigua Bazán en demanda del dique flotante y también el cumplimiento de los acuerdos del 2004, con la contratación de la sexta F-100.
«Si Matesanz habla de bienio negro, el próximo es desértico», alerta Fernando Sinde, actual presidente del comité, quien como sus anteriores homólogos es incapaz de sacudirse la preocupación cuando atraviesa las murallas de la factoría. «Es muy difícil ponerse en la piel del que tiene la carta de despido, pero a mí me afecta muchísimo», afirma. Por ello, insiste en que las administraciones tienen que hablar claro ya sobre su apoyo a la industria naval pública. «Antes del 20-N había dos tejados y se pasaban la pelota de uno para otro, pero ahora hay uno solo, y tiene que resolver», afirma.
Sinde insiste en que la situación es crítica, tanto por la falta de demanda interna como por las condiciones impuestas a nivel internacional, en donde la mayoría de los concursos abiertos son de compra de tecnología y no del barco en su totalidad. La coyuntura económica del país y la financiera de Navantia vienen a agravar el problema. Coincide con Matesanz y González en el drama para Ferrolterra que puede suponer la falta de trabajo en el sector. El punto y final a esta crisis aún está por escribir, pero Sinde lo tiene claro: «Si esto se va al tacho, también la comarca entera».
el naval ferrolano en primera persona los portavoces de los trabajadores
De especialidad tubero, fue presidente del comité entre 1996 y el 2002
Carpintero de grada, presidió el comité entre el 2002 y el 2009. Es responsable nacional del sector naval en la Federación del Metal de CC.?OO.
Administrativo, aunque afirma que se siente tubero, preside el comité de empresa desde mayo del 2009.