Trabajadores de la anterior concesionaria, Fesmi, reclaman su subrogación
07 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.La entrada en funcionamiento del nuevo contrato de vigilancia del castillo de San Felipe ha supuesto la reducción del horario de apertura para las visitas. Del horario continuado de diez de la mañana a ocho de la tarde que mantenía desde hace años se ha pasado a horario partido, de 10 a 14 horas y de 16 a 20. Así lo denuncian trabajadores de Fesmi, la empresa que, en unión temporal de empresas con Prosegur, se encargaba de la apertura y vigilancia del recinto fortificado hasta la adjudicación a Eulen del servicio.
El colectivo apela a los pliegos del contrato para reclamar la subrogación de los trabajadores, algunos de los cuales llevaban más de una década prestando servicio en el castillo. Según relatan, hasta la llegada de la nueva concesionaria había personal permanentemente en la fortificación, con tres turnos del personal y refuerzo durante las horas de mayor afluencia. Ahora solo están cubierta las 24 horas los domingos, mientras los días restantes su presencia se limita a las horas de apertura pública.
Una quincena de trabajadores ya no trabajan en el castillo. Fesmi, una empresa que emplea a personas con distintas discapacidades, les ha dado vacaciones y el colectivo teme perder el empleo por la falta de trabajo.
Respuesta municipal
Desde el Concello se argumentó que «en el pliego está recogido, como cualquier servicio municipal, la subrogación de los trabajadores que legalmente proceda», en esta caso, defiende, los trabajadores de seguridad, pero quedarían fuera los auxiliares, encargados de otras tareas, como la de atención al público.
El secretario comarcal de UGT, Cesáreo Fraga, considera que esta situación «condena aos traballadores a sucumbir, porque non van atopar traballo en ningún lado». Relata que intentaron reunirse con responsables municipales pero que no fueron recibidos. «Están pasando olimpicamente disto», señaló, y «prexudicando aos cidadáns» con la reducción del horario y también porque «son un colectivo que a cidadanía lles quería moito e que atendían moi ben aos visitantes». Por ello asegura que adoptarán las medidas de presión sindical necesarias para conseguir su subrogación.
Eulen fue la adjudicataria del servicio de vigilancia y complementarios en los distintos edificios municipales por 311.000 euros al año. Incluye servicios en el Concello, Reciclaterra, San Felipe, el auditorio y los mercados municipales, entre otros.