
Los sindicatos exigirán a las firmas que respeten los acuerdo laborales
18 jun 2014 . Actualizado a las 12:52 h.La industria de la comarca se ha llevado el primer varapalo al recaer en una empresa de Vigo uno de los grandes paquetes de obra que había sacado a subcontratación en el programa de construcción del buque flotel para la petrolera mexicana Pemex: el de habilitación y suministro de materiales para estos trabajos. El grueso de las tareas los efectuará la olívica Regenasa, que acudió a la licitación en alianza con Calsomatu y con Norinver con un presupuesto que rebajaba en algunos casos en casi cinco millones los presentados por sus competidores. Fuentes del comité de empresa explicaron que en la obra de habilitación, Navantia se ha reservado la mayor parte de los trabajos, pues es en los gremios vinculados a este tipo de actividad en donde cuenta con más plantilla, que se encuentra afectada por una acusada subactividad.
Desde que comenzaron a abrirse los procesos de licitaciones de los paquetes de obra del buque flotel -el único encargo con el que cuenta actualmente el astillero ferrolano- los representantes de los trabajadores habían advertido de la posibilidad de que desembarcasen en la comarca obras del naval vigués, con unos costes laborales menores que las firmas de Ferrolterra, que cuentan con unos acuerdos firmados hace años que recogen unas tablas de mínimos salariales y también condiciones específicas de jornadas laborales, entre otros. Los sindicatos han vuelto a reclamar a Navantia que facilite el listado de las empresas que están ofertando los distintos trabajos que se subcontratarán, con el fin de reclamarles que incorporen en sus ofertas esas condiciones laborales, por cuanto sostienen que van a exigir que se cumplan, tanto si contratan personal en la zona como si lo traen de sus respectivos centros.
Debido a la ausencia de carga de trabajo que llevan padeciendo durante los últimos años, las firmas locales están muy expectantes con la adjudicación de los contratos del buque para Pemex. Muchas tienen a sus plantillas afectadas por expedientes de regulación de empleo, con expectativas de revertir esos ajustes si logran nuevos pedidos. En una comarca con una tasa de paro que ronda el 30 % y con casi 4.000 despedidos del naval, la adjudicación a firmas de fuera amenaza la recuperación de esta industria.