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Cinco bloques de Tejeras con vecinos mayores tendrán nuevos ascensores

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

ANGEL MANSO

Invertirán más de doscientos mil euros en varios proyectos con una ayuda de la Xunta

08 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de cinco portales de Tejeras van a vivir un cambio sustancial en sus edificios que contarán con ascensores o elevadores. Se trata de cinco comunidades de viviendas protegidas del barrio de Caranza que han presentado varios proyectos a las ayudas de la Xunta para este tipo de inmuebles. Las solicitudes las realizaron a través de la Asociación de Vecinos de Caranza que hizo la gestión de forma gratuita y la presidenta, Mapi Rodríguez Venancio, explica que también colaboró el estudio Anta Arquitectos.

Cuatro de los proyectos consistirán en la sustitución de los ascensores existentes. En uno de estos portales el equipo lleva estropeado desde el año 1991 y en los otros, dada su antigüedad, sufren continuas averías y no se adapta a la normativa de seguridad. Rodríguez añade que otra comunidad, ante la imposibilidad de colocar ascensor -«es un edificio de tres pisos y no hay espacio para ubicarlo», explica- opta por colocar salva escaleras. Se trata de un elevador enganchado a las escaleras que permite subir a los hogares. A estos proyectos se suman otras tres viviendas que cambiarán los canalones de sus cubiertas que provocan humedades en los pisos elevados. Y otra más adaptará las puertas de servicios del gas, agua y electricidad a la nueva normativa además de instalar la red de distribución de agua nueva.

En total se beneficiarán 126 personas y, recalcan desde la asociación, más del 90 por ciento son mayores de setenta años. Los proyectos ascienden 223.979 euros y la subvención es de 134.387,82 euros.

«Esto nos va a cambiar la vida»

Los vecinos temen que la Xunta no conceda la ayuda

La Voz

Desde hace veintiséis años en el portal N del barrio de Tejeras el ascensor está estropeado, por lo que apenas recuerdan cómo es poder contar con él. Es por ello que permanecen escépticos ante el anuncio de esta convocatoria a la que han concurrido y temen que no cubra a todos los solicitantes. «Vienes con el carrito y ala, por las escaleras», lamenta Juan Martínez. Reside en el inmueble con su madre, su mujer Vanesa y su hija Estíbaliz que ahora tiene nueve años. «Ahora mi hija ya es grande pero cuando era bebé era fastidiado», recuerda. Otro ejemplo es el de Maricarmen Suárez que padece asma. Cuenta que cuando regresa a casa apurada con la compra apenas puede subir hasta su vivienda y eso que es de las menos afectadas al residir en el primero. «Tengo que hacer una parada en las escaleras o dejar las cosas, subir y avisar a mi hijo para que las suba», explica. Recuerda que cuando vivía su marido y enfermó apenas podía salir de casa y necesitaba la ayuda de sus hermanos. «Esto nos va a cambiar la vida», reconoce.

Y la misma problemática se repite en cada hogar hasta el sexto. A una vecina le van a operar en breve de la rodilla por lo que teme cómo podrá acceder y salir de su vivienda después. Otro residente tiene que subir hasta el sexto la bombona de butano, comentan. «Seas del piso que seas, te rompes una pierna y estas fastidiado», lamentan.

El inmueble tiene más de treinta años y es de protección oficial de la Xunta. Los vecinos afirman que se sienten abandonados por la administración autonómica y a pesar de que les han alertado en reiteradas ocasiones de desperfectos no les hacen caso. Ponen como ejemplo el mal estado de las ventanas, la aparición de ratas en los bajos, la basura o el estado de la fachada, entre muchos problemas, para los que piden su intervención. «Si solo fuera el ascensor... Por ejemplo las ayudas de las ventanas lo pagas tú y no sabes a vista de cuanto tiempo va a venir esa ayuda», lamenta Juan.