
La enseña no ha tenido siempre los colores actuales
10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A lo largo de la historia -desde tiempo inmemorial-, los escudos de armas y las banderas fueron utilizadas como representación de mando de jefes de tribus, de dinastías reales, de monarcas y de unidades militares. Esos símbolos, lógicamente, pasaron también a distinguir a los barcos en sus guerras por mar.
Como sabemos, no siempre la bandera de España ha tenido los colores por la cual la conocemos actualmente. En el siglo XVIII, con la llegada de la Dinastía Borbón al Trono español, hubo un cambio renovador en leyes, costumbres, vestuario, etc., y también en materia de insignias, tendiéndose a una unificación de las mismas. Así se estableció la bandera blanca -propia de la dinastía Borbón, con el escudo de las armas reales-, tanto en los Ejércitos como en la Armada, que a partir de entonces portaron sus buques en la popa (la llamada «bandera larga de popa»). En aquella época, además de España, los reinos de Nápoles, Toscana, Parma, Sicilia y Francia, todos ellos de la dinastía Borbón, e incluso otras naciones, usaban también en sus barcos banderas blancas con sus escudos respectivos. Esta situación creaba un gran problema en la mar y este radicaba en el reconocimiento mutuo de unos y otros.
Enfrentamientos
Era realmente muy engorroso, sobre todo en tiempos de guerra, intentar otear la bandera del barco oponente y no distinguirlo para saber si era amigo o enemigo hasta estar lo suficientemente cerca, producía a veces enfrentamientos entre buques de la misma armada. Lo mismo sucedía cuando no había viento y la bandera quedaba pegada al asta. Por esta razón tan evidente los comandantes de los barcos que componían la flota española insistieron mucho en tratar de resolver este problema. Concienciados con esta situación, el Rey Carlos III decidió resolver el problema de una vez por todas y para ello tomó la decisión de convocar un concurso de diseño de banderas para los buques de guerra de su «Armada Naval» y demás embarcaciones españolas. Es de destacar que al monarca se le presentaron hasta doce modelos diferentes y eligió el primero de ellos con la única condición que la faja central fuese el doble de tamaño que las rojas. El resultado de dicho concurso fue una bandera con los colores que actualmente conocemos y el escudo simplificado de los reinos de Castilla y León con la Corona Real encima. Los colores rojo y oro (amarillo) tenían ya una tradición milenaria en los escudos de los antiguos reinos hispánicos. Así lo dispuso por Real Decreto de 28 de mayo de 1785 para los buques de guerra y mercantes, ampliándose un año después a las «plazas marítimas, sus castillos y otros cualesquiera de las costas», generalizándose su uso a los «arsenales, astilleros, cuarteles, observatorios, escuelas doctrinales y en otros puntos cualesquiera que dependan de la Marina» ya por las Ordenanzas Generales de la Armada de 1793.
Hubo que esperar hasta 1843, durante el reinado de Isabel II, para que esta bandera fuese oficialmente designada bandera nacional. Esta diferencia de fechas explica, por ejemplo, algunos errores en artistas que pintaron cuadros en los que aparecen barcos con la bandera blanca cuando en realidad ya usaban la bicolor desde 1785. Es de destacar que los colores de la bandera de España se han mantenido desde entonces, a excepción del breve período de la II República (1931-1939) que sustituyó la franja roja inferior por otra en color morado, en homenaje a los comuneros de Castilla; sin embargo no ha ocurrido lo mismo con el escudo de España, que ha ido cambiando según diversos momentos históricos.
Ven al Museo Naval a contemplar muchas banderas originales y conocer su historia. Museo Naval (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 horas; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30 horas). Más información en la web http://armada.mde.es/museonavalferrol y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es