La selección japonesa de fútbol sala, dirigida por el técnico ferrolano Bruno García, logró el subcampeonato de Asia. Los nipones perdieron la final continental frente al combinado de Irán por 4-0. El partido se decantó del lado iraní merced a su eficacia goleadora en momentos claves del encuentro.
Japón dominó la primera mitad del choque, aunque a falta de 50 segundos para llegar al descanso encajó el 1-0. El segundo tanto, que llegó en los primeros minutos de la segunda parte, lastró la superioridad táctica de los japoneses, que había neutralizado las virtudes de los iraníes en toda la primera parte.
Bruno García, que ya había entrenado en China, Perú y Vietnam, destaca ahora en un nuevo reto internacional.
«Hay que estar orgulloso de este equipo por muchas cosas. Ahora es el tiempo de valorar y de anotar todo lo que tenemos que mejorar, pero estoy realmente orgulloso de mis jugadores, de su rendimiento. Hemos devuelto a Japón a un podio, a un sitio privilegiado en Asia. Hemos demostrado a toda Asia nuestro estilo de juego, nuestras señas de identidad y somos reconocibles otra vez», indicó el preparador ferrolano.
«Hay que estar ilusionados con una selección que ha demostrado que es competitiva, que tiene muchas fortalezas y que de aquí al Mundial 2020, que es el gran objetivo, vamos a ir creciendo y corrigiendo cosas que este torneo nos ha marcado», añadió.